Ha vuelto a pasar. El fiasco del 2023 se ha repetido en el fastuoso Gran Premio de F1 de Las Vegas, en el circuito urbano del Strip, donde una tapa de alcantarilla ha provocado la interrupción de la segunda sesión de entrenamientos, los Libres 2, con dos banderas rojas.
Esta vez, al menos, no hubo que lamentar daños en los vehículos, como sucedió hace dos años con el Ferrari de Carlos Sainz. Entonces, la alcantarilla saltarina también dañó el chasis del Alpine de Esteban Ocon y del Alfa Romeo de Guanyu Zhou.
En esta ocasión, tras una sesión y media de entrenamientos disputada, la tapa de alcantarilla se soltó en la curva 17 a falta de unos 20 minutos para la conclusión. Un comisario de pista reportó el percance y como el Control de Carrera no pudo verificar el estado de la tapa en las cámaras de seguridad, la sesión se detuvo con bandera roja para una inspección física.
No acabó ahí la broma. Dirección de carrera permitió que los coches volviesen a salir a pista a falta de 6 minutos para que acabase la sesión. Pero se dieron cuenta que la tapa de alcantarilla se seguía moviendo al pasar los bólidos por encima, y tuvieron que sacar una segunda bandera roja y dar por finalizado el entrenamiento.
Peligroso precedente
En el 2023, el Ferrari de Sainz sufrió daños graves por una tapa suelta y para colmo fue sancionado con 10 posiciones
No aprenden en Las Vegas, pero tampoco en la FIA ni en la FOM (el organizador del Mundial), que es el promotor del GP de F1 en la ciudad del pecado. Dos percances calcados en tres ediciones del Gran Premio nocturno en Nevada.
Hace dos años, el mismo incidente fue muy peligroso, al causar daños graves en el coche de Sainz. Una tapa de alcantarilla suelta se incrustó en el fondo del coche rojo, que quedó destrozado. Rompió el chasis, el motor, la batería... Para colmo, además de la costosa reparación y de arruinar la sesión de Sainz, el piloto madrileño fue sancionado con la pérdida de 10 posiciones en la parrilla por cambiar componentes del coche...
Demanda
En el 2023, los espectadores reclamaron una indemnización
En el episodio de la alcantarilla en el 2023, el bufete de
abogados Dimopoulos presentó una demanda colectiva en nombre de 35.000 espectadores por 30.000 euros por
persona al tener que ser desalojados del circuito de Las Vegas. Una tapa de alcantarilla que cedió obligó a suspender el primer entrenamiento y a retrasar el segundo, que se hizo a puerta cerrada.
El incidente del 2023 desató una agria controversia entre la FIA y la FOM. El promotor del Mundial (y del Gran Premio) quería que el evento se llevase adelante, pero el presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, pidió que no se homologase el circuito.
La paradoja es que la FIA y la FOM exigen a todos los circuitos unos elevados estándares de seguridad para evitar el mínimo percance y garantizar la integridad de los pilotos y los coches. Lo saben bien en el Circuit de Barcelona-Catalunya, que en estos más de 30 años ha ido mejorando curvas, escapatorias, asfalto y trazado en cada petición de la FIA y la FOM.
El percance de las alcantarillas de Las Vengas, un problema casi exclusivo de los trazados urbanos (ya que la pista discurre por las calles de las ciudades, que no están preparadas para las carreras -sin escapatorias, sin peraltes, sin agarre...-), no se ha dado habitualmente en otros circuitos urbanos o “semipermanentes” del calendario como Mónaco, Bakú, Singapur, Albert Park (Melbourne), Miami o Yeda (Arabia Saudí).
