El Barça presionó de manera colectiva como no había hecho en toda la temporada. Algo que es imposible de explicar sin mencionar a Raphinha. La energía, la intensidad y las trayectorias del brasileño son oro para el equipo. Acabó con tres recuperaciones pero provocó muchísimas de las 48 del Barça. Y destacar su comunicación con los cercanos para saltar de manera sincronizada. La coordinación de las presiones del Barça con él en el césped es del 38,9% mientras que, sin él, del 17,3%. Al final, Eric, Casadó y Dro, junto a Balde, Ferran y compañía, se desfondaron para forzar todas las acciones oponentes.
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