Hay que destacar, y mucho, la aportación de un Roony que solo había disputado 174 minutos hasta ayer y que mereció un notable alto. Jugó en su posición natural e hizo exactamente lo que se espera de él: generar cosas. Acabó con un gol con su pierna no hábil, con una asistencia y una preasistencia. Además, demostró tener buen entendimiento con un Lamine Yamal que desde posiciones interiores llegó por el carril varias veces. Una actuación magnífica. Como también importante fue de nuevo Gerard Martín. Repitió como central zurdo la primera parte para pasar al lateral en la segunda. Y en las dos, como es habitual, demostró fiabilidad.
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