Salimos a la calle, micro en mano, en busca de los auténticos fanáticos del deporte. Y vaya si los encontramos. Si algo quedó claro tras este safari urbano fue que el deporte tiene un hogar, y ese hogar se llama Movistar. Y no lo decimos nosotros: lo dice la gente. Lo dice la chica joven que vuelve de hacer deporte, el hombre mayor que descansa en el banco, las dependientas de una peluquería, los trabajadores del Ayuntamiento, e incluso se comenta en la barra del bar. Todos coinciden: “Si se juega, se vive en Movistar.”
¿El secreto? Muy simple. Movistar no es solo una plataforma: es el gran estadio digital donde se vive todo el deporte. Sin fragmentaciones, sin peregrinajes entre apps, sin líos. Fútbol, NBA, NFL, tenis, motor, golf… todas las competiciones y disciplinas deportivas bajo el mismo techo, como un múltiplex deportivo que funciona siempre, ofreciendo una experiencia premium que marca la diferencia.
La afición lo nota. Imagen que va fina como un contraataque bien trenzado, sonido que te mete de lleno en el ambiente, una interfaz que cualquiera puede manejar y funcionalidades que son puro espectáculo: multicámara, multidispositivo y la posibilidad de ver el partido donde quieras y cuando quieras, ya sea en el móvil, la tablet, el ordenador o incluso en la Smart TV de tu segunda residencia.
Hubo algo en lo que coincidieron todos los fanáticos del deporte: "Si se juega, se vive en Movistar"
Al final, lo que encontramos en la calle fue algo más que testimonios: fue una declaración de amor al deporte. Y a la forma de vivirlo. Movistar es ese lugar común donde se comparte pasión, emoción, respeto y celebración. Donde cada competición encuentra su sitio y donde cada aficionado encuentra su momento. Porque el deporte tiene muchos escenarios… pero solo un hogar. Y ese hogar es Movistar.
