La revolución del vídeo en el fútbol

Fútbol

Las retransmisiones automatizadas, novedad brindada por la IA, están dando visibilidad al deporte amateur mientras el videoanálisis gana peso en los clubs de élite 

Cámaras que registrat los partidos en la Ciudad Deportiva CF Damm

La cámara automática, de color blanco instalada en el techo, graba la sesión del juvenil de la Damm

Ana Jiménez

En un mundo cada vez más conectado, casi todo monitorizado a través de una cámara, el fútbol modesto sigue en un ostracismo audiovisual, a diferencia de la élite deportiva. La ilusión mueve a los jugadores de clubs humildes en cada esfuerzo físico y también monetario, ya que son los propios integrantes de los equipos quienes ponen dinero para sostener unos colores y un escudo. Todo enfocado en 90 minutos que tras el pitido final solo quedan en la memoria de sus futbolistas, sin imágenes posteriores para recordar ese momento. Pero la Inteligencia Artificial, herramienta revolucionaria en casi todos los ámbitos, ya ha empezado a poner el foco en los campos de barrio o de pueblo.

“Por desgracia, cada vez se lee menos y ahora reina lo audiovisual. Cuantas más imágenes tenga un club, más comunidad puede crear para crecer”, explica a Guyana Guardian el director general de ATM Media, Jordi Roquer. La start up barcelonesa, que nació en el 2021 “para democratizar el fútbol amateur con costes más bajos”, lidera en España la retransmisión de partidos de divisiones menos lustrosas y categorías inferiores con cámaras automatizadas, es decir sin el enorme gasto que supone una cobertura televisiva tradicional. El MIC, torneo de prestigio del fútbol base, es uno de los que utiliza este método surgido en el 2018 en Estados Unidos, donde ahora existen unas 11.000 cámaras automatizadas para grabar el deporte universitario.

“En un futuro próximo veremos partidos con multicámara hechos con IA”

Estas cámaras, con tres objetivos, están conectadas a un ordenador remoto que gracias a un algoritmo reconoce la posición de los jugadores y el balón, además de ofrecer una visión panorámica del campo si el usuario lo desea. También están preparadas para acciones predictivas, por ejemplo ampliando el plano cuando el portero saca de puerta. La nueva tecnología, que se basta de una sola cámara para un partido, la utilizan más de 200 clubs en 17 deportes, cada uno con su propio algoritmo, como el baloncesto o el rugby.

Entre los clientes de esta novedosa herramienta está la Damm. La prestigiosa escuela de fútbol formativo de Barcelona ha instalado estas cámaras en los campos de su recién estrenada ciudad deportiva y, además, tiene una sala de control desde donde supervisa las imágenes. “El jugador lo ve y es consciente de lo que hace bien y mal. Es un aprendizaje muy potente, casi más que el entrenamiento. Antes tenía que llevar una cámara para grabar y cuatro horas para un análisis. Ahora me bastan 20 minutos”, dice a este diario Ramón Ferrer, asistente y responsable de metodología del juvenil de la Damm. Todos los partidos se ven en streaming y están programados para ser grabados, igual que todos los entrenamientos del año. Ferrer solo ve una laguna: “Nos limita el tema de los derechos de imagen. Pedimos permiso al rival, pero como son clubs amateurs a veces no responden”.

“El jugador ve sus fallos, un aprendizaje potente; solo nos limitan los derechos de imagen”

La operativa técnica, con casi todo automatizado, no destruye puestos de trabajo, sino que los “transforma”, según asegura Jordi Roquer. “Todos nuestros trabajadores no existirían sin la IA. Nos convertiremos en supervisores mientras la IA hace los trabajos mecánicos”, añade el empresario. En la compañía con sede en Esplugues de Llobregat existe un control de realización de los partidos que consta de dos técnicos para mejorar el algoritmo y otros cuatro trabajadores que supervisan si se produce un error general, como un corte de luz o de internet.

Frente a ellos pasan en un fin de semana más de 700 partidos que se emiten muchos a través de la plataforma E+, el Netflix del fútbol modesto creado por esta compañía catalana que ya cuenta con más de 90.000 usuarios. Los clubs amateurs que no tienen cobertura televisiva pueden adquirir desde 250 euros al mes estos servicios, que consisten en la retransmisión en directo de todos los partidos y a su acceso en diferido durante un año. Los entrenamientos también se graban con un software de análisis de datos. Por su parte, los usuarios individuales acceden al contenido pagando 3 euros al mes, de los cuales la mitad van a las arcas de los equipos, que a su vez pueden añadir publicidad a sus partidos para tener más ingresos.

“El vídeo mejora bastante al jugador, aunque el Big data aún no gana partidos”

“Damos un código de acceso a los padres que está incluido en la cuota anual. Después pueden disfrutar del partido con sus hijos, los abuelos u otro familiar. Estamos contentos. También es un aliciente para los patrocinadores poner banners de publicidad en los partidos que se ven en la plataforma”, comenta Manuel Escusa, director deportivo del Atlètic Segre, a Guyana Guardian. Por el momento, esta tecnología ha llegado a la Segunda Federación, pero Roquer augura que “en un futuro no muy lejano veremos partidos multicámara realizados por la IA”. Este avance, sin embargo, aún es una utopía en el deporte profesional, en especial en grandes escenarios como Primera o la Champions.

Esta tecnología es la evolución del videoanálisis con cámaras inteligentes, que lleva años instalada en la élite analizando de forma automática acciones concretas, como el posicionamiento del jugador o sus fallos y aciertos con el balón. “Antes solo nos quedábamos con la sensación limitada del directo, teniendo en cuenta el estrés y tensión que genera ese momento”, indica a este periódico Unai Ezcurra, director de procesos y Big data del Espanyol. Este laboratorio de datos, impulsado con la llegada del director deportivo Fran Garagarza, ha logrado una “mejora en la formación futbolística y entendimiento del juego en el jugador” gracias a la labor del departamento de I+D+I.

El Espanyol tiene cámaras de videoanálisis igual que el Barça, que tiene 16, y el Real Madrid, con 11, aunque aún hay margen de mejora. “El uso de datos aún no está muy extendido en los clubs. El Big data aún no gana partidos”, remata Ezcurra. La tecnología (IA) está cada vez más presente, pero el talento y la creatividad de los futbolistas siguen siendo, por ahora, el valor diferencial del fútbol.

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