Tras el encuentro del Vila-real, y con un castellano muy correcto y sereno, Frenkie de Jong declaró: “Estamos vivos en todo y estamos contentos”. El hecho de seguir compitiendo en todas las competiciones es una meta propia de una entidad de prestigio; lo que varía es el método para alcanzarla. El Real Madrid, por caso, se encuentra activo en todas las competiciones, pero sufre una crisis de identidad que, aun venciendo encuentros (en ocasiones por decisiones arbitrales que convierten las normas en un espectáculo abstracto), no consigue liberarse del peso de un ambiente perjudicial. Adicionalmente, a raíz de la promoción de realidades alternativas que efectuamos los medios de comunicación –como el mencionado Campeonato de Invierno–, conservamos la superioridad anímica de la Liga.
FELIZ AÑO INTENSO. Hansi Flick fue sincero al evaluar el encuentro: “Lo mejor son los tres puntos”. Flick ha manifestado que el año 2025 representa uno de los periodos más vibrantes y gratificantes de su trayectoria. “Lo más importante es la calidad de los entrenamientos del equipo. Ahora celebraremos las Navidades con la familia y desearemos que todos los lesionados vuelvan pronto”. Al oírle, se aprecian ya indicios de apego a la mentalidad que, para lo bueno y lo malo, caracteriza el agitado puesto de entrenador del Barça. Si un año difícil para un ser humano equivale a siete años de vida canina, un año al frente del banquillo del Barça equivale a siete años de vida canina. Siguiendo esta lógica, Flick está siendo absorbido por un barcelonismo que se alinea con el espíritu original –un colectivo de expatriados y empresarios con saludables aspiraciones deportivas, económicas y de progreso– de Gamper y sus colaboradores, y añade una vertiginosa falta de inhibición a nuestra identidad colectiva.
El prestigioso club aspira a participar en todos los torneos.
Al observar el pasado reciente, el éxito de la contratación de Flick sigue siendo el punto clave del cambio de rumbo del equipo. En la rama de baloncesto, parece que Xavi Pascual también está al frente de una transformación que impacta la efectividad del equipo. Esta transformación ha puesto fin a la tendencia de desorientación, desánimo y apatía esporádica de algunos jugadores. Tanto Flick como Pascual representan decisiones personales de Laporta, quien, al darse cuenta de que la delegación de responsabilidades no funciona, se enfada y, asumiendo el liderazgo en Recursos Humanos, persuade a sus colegas para que intenten jugar la baza presidencial.
PALANCA. Ataviado con el atuendo de las veladas que se prolongan –americana, camiseta oscura, calzado impecablemente pulido y disposición para ofrecer declaraciones impactantes–, el presidente Joan Laporta dirigió unas palabras a los deportistas de todas las disciplinas y al personal del club. Su intervención estuvo repleta de retórica electoralista y augurios festivos frente al madridismo de base. Mientras que en su primer mandato (2003-2010) se inspiraba en la insumisión escocesa de William Wallace de Braveheart –“¡Podrán quitarnos la vida, pero nunca podrán quitarnos la libertad!”–, ahora recurre al populismo motivador de Los 300 –“¡Los espartanos nunca se rinden!”–. Es consciente de que en este ámbito es invencible y que ninguno de sus detractores –los más sofisticados y los más burdos– osarán cuestionarle esta táctica discursiva. El Campeonato de Invierno solo adquiere relevancia si lo conquista el Barça y servirá para transitar estas fechas con mayor optimismo, contemplando cómo subsanar las debilidades defensivas con la previsión de, el sábado 3 de enero, iniciar el año 2026 enfrentándose al Espanyol.
Raphinha abrió el marcador en el campo del Villarreal al transformar un penalti