Victoria trabajada del cuádruple campeón Max Verstappen (Red Bull) en Monza. Y merecida después de su hito histórico en la clasificación al dar la vuelta rápida más veloz de todos los tiempos. En la Q3 el neerlandés cubrió los 5.793 metros de la mítica pista del Parque Real lombardo en un minuto, 18 segundos y 792 milésimas, 77 menos que el inglés Lando Norris y con 190 sobre el otro McLaren, el australiano Oscar Piastri, líder del Mundial.
Una vez más, Verstappen pudo con los McLaren de Norris y Piastri, que tuvieron que conformarse con la segunda y tercera plaza del podio en una jornada negra para los españoles. Fernando Alonso rompió la suspensión y tuvo que abandonar y una serie de desgracias dejó a Carlos Sainz fuera de los puntos.
Piatri, que acabó segundo por detras del neerlandés, lidera el Mundial con una ventaja de 31 puntos
Piastri lidera el Mundial con 324 puntos, 31 más que Norris después del batacazo en el GP de Países Bajos que dejó medio Mundial en bandeja al australiano; y con 94 sobre Verstappen, que sumó en Monza su tercer triunfo de la temporada tras los conseguidos en Suzuka e Imola.
“El coche fue realmente agradable de conducir, pude controlar el ritmo e hicimos nuestra parada en boxes en el momento justo”, explicó el neerlandés. “Hoy hice todo lo que pude; no pude hacer mucho más. Intenté luchar con Max, pero él se impuso y se lo merecía”, replicó Norris.
Jornada negra para los españoles
El GP de Italia no sonrió a los españoles. Fernando Alonso tuvo que abandonar por una avería y Sainz acabó undécimo. El piloto asturiano arrancó con buen pie, presagiando una gran carrera y resistiendo la octava posición desde la que había partido, pero en la vuelta 26, después de pasar por boxes, rompió la suspensión de su AMR25 y tuvo que abandonar. “Es increíble”, se lamentó el de Aston Martin que reconoció su frustración por los problemas con su coche: “Hay docenas de puntos que se han ido que probablemente no fueron nuestra culpa. Sí, es frustrante, porque podía tener unos 20 ó 30 puntos más de los que tengo. No es culpa mía, pero así son las cosas. Por desgracia, me estoy acostumbrando”, se resignó.
Carlos Sainz tampoco tuvo su día, le pasó de todo, perdió las ruedas delanteras por degradación y sufrió un golpe tras chocar con el estadounidense Bearman.
Pese a todas las desgracias, el piloto español acabó undécimo y se quedó a tan solo medio segundo de sumar puntos. “Estábamos haciendo una buena remontada y hemos tenido un toque con Bearman. Otra vez cosas que pasan”, explicó y añadió: “Es complicado de aceptar. Ya pasará. Estábamos devolviendo el coche a donde estaba”.