Las notas se ponen a final de curso. Eso es indudable. Pero si un alumno repetidor empieza ya suspendiendo prácticamente sin acertar una sola pregunta en su primer examen, no es fácil ser halagüeño y mirar al vaso y verlo medio lleno. El Barça se estrenó este martes en la Euroliga después de aquellos últimos instantes fatídicos el año pasado en Mónaco, que le privaron de estar en la final four de Abu Dabi, y lo hizo cayendo ante el Hapoel Tel Aviv en Sofía, donde disputa sus partidos en conjunto israelí, encajando 103 puntos. La defensa, uno de los grandes males de la temporada pasada, sigue siendo desastrosa.
El Barça fue casi siempre a remolque en el marcador frente al vigente campeón de la Eurocup, con una plantilla hecha a base de talonario, con Micic como punta de lanza, con aspiraciones de grandeza que hay que poner en el congelador hasta que pasen unas semanas. Los de Itoudis se mostraron siempre muy superiores al Barça, manejado los tiempos del partido a la perfección, y apretando el acelerador cada vez que veían a los azulgrana cerca en el retrovisor.
La actuación estelar de Clyburn (23p), de lo poco rescatable en clave azulgrana, evitó un estreno aún más gris
Que el equipo de Peñarroya necesita tiempo es una evidencia. De hecho, es justo concedérselo. No solo dispone una plantilla muy renovada, a la que le falta mucho para acoplarse, sino que algunas piezas importantes como Vesely o Laprovittola llevan muchos meses sin competir y necesitan coger ritmo. El problema es que en la capital búlgara se vio a un equipo con los mismos debes que hace un año, que es capaz de vivir de la inspiración momentánea de algunos de sus hombres pero al que la continuidad (y la defensa) le es completamente ajena.
La figura de Will Clyburn es de lo poco que permite mirar al futuro con optimismo en el Palau. El veterano jugador de Detroit, con los mejores años de su carrera a sus espaldas, sigue atesorando una calidad innegable y una clase envidiable. Si el físico le respeta a sus 35 años será sin duda una de las grandes puntas de lanza del conjunto azulgrana. Ante el Hapoel fue, de largo, el más inspirado (23p, 7r) y sus puntos evitaron que el naufragio fuera a mayores. Shengelia dejó algunos destellos pero más que insuficientes.
La película del partido no llenaría las salas. Un primer cuarto igualado, en el que el Barça se mantuvo en partido gracias a su inspiración exterior (5/8 en triples) y, a partir de ahí, un Hapoel indiscutiblemente superior. El equipo de Itoudis comenzó el segundo parcial con un parcial de 9-0 (35-26) del que el Barça ya nunca se recuperó, haciendo la goma en el luminoso hasta la jugada final.
Como ya sucedía el curso pasado, resulta difícil reprocharle algo al equipo de Peñarroya, si acaso más acierto, porque siempre ofrece buena actitud y se intenta agarrar a los partidos como buenamente puede. El problema, también como la temporada pasada (y la anterior), es plantearse si con su arsenal le alcanza para derribar los altos muros que le vuelven a aguardar esta temporada. Lo sucedido en Sofía no invita precisamente al optimismo.
Ficha técnica
103 - Hapoel Tel Aviv (26+25+31+21): Micic (18), Bryant (11), Malcolm (4), Wainright (8), Oturu (18) -cinco inicial- Motley (8), Blakeney (20), Jones (12), Ginat (4) y Odiase (-).
87 - Barça (26+19+25+17): Satoranski (5), Punter (13), Clyburn (23), Shengelia (8), W. Hernangómez (1) -cinco inicial- Vesely (13), Cale (-), Marcos (-), Parra (7), Laprovittola (6), Brizuela (5) y Fall (6).
Árbitros: S. Pukl (SLO), T. Hordov (CRO) y T. Bissuel (FRA). Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la primera jornada de la Euroliga disputado en el Arena 8888 de Sofía (Bulgaria).
