Una fe inquebrantable, un Punter más divino que humano y una afición entregada crearon en el Palau una velada inolvidable, de esas que perduran en la memoria, la cual finalizó con un triunfo del Barça, el octavo seguido, tras tres tiempos extra frente a un luchador Baskonia, que no logró su primera victoria fuera de casa en la presente campaña europea. Estableciendo la máxima puntuación en la historia del torneo (134), los azulgrana ascienden a la cima de la Euroliga.
Y eso que la velada comenzó de forma adversa en el Palau, con Xavi Pascual solicitando un tiempo muerto a los dos minutos de juego tras el parcial inicial de 2-7 del Baskonia. Si bien el marcador no era motivo de alarma, el entrenador debió percibir algo, pues no veía la situación favorable. Fueron los momentos más flojos del Barça bajo su nuevo técnico; sin duda, la peor primera mitad, con 53 puntos recibidos. No obstante, los porcentajes del Baskonia contribuyeron, desmantelando varias defensas sólidas de los blaugranas. Howard, con un impecable cinco de cinco en triples al descanso (su equipo acertó 8 de 12), actuaba como el verdugo.
Este mal comienzo se intensificó con el 10-21 anotado por Diakité. Pascual, en la banda, se mostraba desesperado, gesticulando y maldiciendo sin cesar. Un Punter muy inspirado y un Clyburn muy incisivo dirigían las acciones de un ataque que funcionaba con fluidez; el inconveniente residía en la propia canasta del Barça, que se convirtió en un colador para los francotiradores del Baskonia. Un triple de Luwawu-Cabarrot amplió la ventaja a 22-37 (minuto 13), lo que provocó la primera reacción local con los puntos de Punter y las valiosísimas intervenciones del joven Keita como puntas de lanza.
No obstante, el Baskonia de Galbiati se mantenía firme. Un triple de Howard y unos tiros libres de Luwawu-Cabarrot impedían que el Barça encontrara una brecha. Un par de transiciones de Clyburn y un triple de Laprovittola justo antes del descanso paliaban levemente la situación (47-53). Sin embargo, Pascual, que no toleraba los fallos defensivos, no estaba satisfecho.
The Baskonia players' intensity didn't exactly cool down, as the game's momentum continued after the teams returned from the locker rooms. However, Barça also refused to give up, managing to stay in contention as best they could. The most concerning aspect at that point wasn't the score but Clyburn's injury during his peak performance, as he was forced to leave the court due to muscular issues. Punter was left to carry the load alone, but it wasn't enough to catch up to the Basque team, and the clock began to become a factor. Then, a couple of strong defensive plays and a three-pointer from Brizuela gave Barça their first lead (87-85). But there was still a lot of game left. On an impeccable night – he didn't miss his first shot until overtime, going 11-for-11 up to that point – Howard forced overtime with his sixth triple. In the first five extra minutes, Punter and Luwawu-Cabarrot battled it out under the sun, ending with a tie. In the next five minutes, with the score at 111-118, Punter descended from the heavens and performed a miracle that led to a third overtime. By then, it was more a matter of belief than basketball. And in that regard, this Barça team seems unbeatable, with those final five minutes being superb in keeping the magic alive.
