Apenas 37 horas después de una dura contienda a tres prórrogas contra Baskonia, el Barça se enfrentaba a otro desafío con la llegada del Joventut al Palau, en uno de los enfrentamientos más emocionantes en mucho tiempo. Sin embargo, el equipo de Pascual se mantiene imparable, logrando su novena victoria seguida y continuando su ascenso en la la Liga Endesa. Gracias a este triunfo, superan a los verdinegros y comienzan a ilusionarse con la posibilidad de ser cabezas de serie en la Copa del Rey, una meta que parecía inalcanzable hace solo un mes.
El Barça buscó tomar la iniciativa desde el principio, como si quisiera hacer saber a la Penya que el agotamiento no era una opción. Su efectividad en los triples le permitió aumentar la ventaja en el marcador. En el banquillo verdinegro, Miret instaba a sus jugadores a mostrar más intensidad desde el primer momento, como si no creyera la estrategia del equipo azulgrana. Sin embargo, con Satoransky manteniendo su sobresaliente desempeño del viernes, el Barça consiguió acelerar hasta un 26-14, resultado que alcanzó el recuperado Vesely.
Después de haber anotado 43 puntos el viernes, Punter se destacó nuevamente como el máximo anotador del equipo azulgrana, contribuyendo con 20 puntos en esta ocasión.
Es innegable que la Penya experimentó una mejora cuando Ricky ingresó al campo, recibiendo una ovación del Palau, pero en ese momento no era suficiente. El equipo intentaba generar muchas variaciones en la defensa del Barcelona, dejando a Tomic o Birgander constantemente con un defensor de menor estatura, sin embargo, no lograba tener un impacto decisivo.
A pesar de todo, el primer impulso inicial benefició enormemente al conjunto de Badalona, que progresivamente fue ascendiendo, neutralizando por completo la ofensiva del Barça. Los dirigidos por un Pascual completamente frustrado apenas sumaron 8 puntos, presionando intensamente a los colegiados durante ese segundo periodo en el que su escuadra permaneció hasta 4 minutos y 3 segundos sin encestar. A pesar de que Kraag acumuló faltas tempranamente, como consecuencia de esa mayor intensidad defensiva de los verdinegros, con un acierto de tres de Hanga y unos tiros libres de Hunt, el Joventut retomó la delantera en el marcador, algo que no ocurría desde la primera canasta del encuentro, obra de Tomic. De hecho, se retiraron al descanso con su máxima diferencia de la mañana (34-40) y con una clara tendencia ascendente. Todo lo opuesto a un Barça paralizado y fatigado, que además ya había perdido nueve posesiones.
Los lanzamientos de Hunt desde la línea de tiros libres y los encestes de tres puntos de Kraag no bastaron para un equipo de la Penya que mostró una actuación poco inspirada.
Los dos tiros libres de Hunt que iniciaron la segunda parte (34-42) impulsaron al Barça, que respondió de la forma más efectiva a la mayor ventaja de su oponente. Como si se hubiera despertado súbitamente, el conjunto de Pascual neutralizó a los verdinegros, impidiéndoles anotar durante 5 minutos y 13 segundos, y utilizó ese lapso para lograr una racha de 18-0 (52-42) y retomar el control en una jornada que demostró la creciente conexión entre el Palau y su equipo. Fue durante esos instantes cuando Parra contribuyó significativamente, sin necesidad de destacar en las estadísticas, y cuando Cale aportó puntos y defensa, ganándose un lugar cada vez más importante en la rotación.
La Penya tuvo algunas oportunidades finales para regresar al encuentro, con Hunt logrando reducir la diferencia a 67-63. Sin embargo, la imponente presencia de Kevin Punter reapareció para sellar la victoria y lanzar a su equipo hacia un final espectacular, dejando al Joventut sin opciones. Este Barça no se cansa de obtener triunfos.


