El Barça dio carpetazo a un 2025 para olvidar con una dolorosa y contundente derrota en el Palau Blaugrana ante el Mónaco, uno de sus rivales directos en esta Euroliga. Los buenos hábitos adquiridos tras el regreso de Xavi Pascual al banquillo se fueron por el sumidero y el equipo azulgrana tuvo enormes problemas para encontrar tiros cómodos. Cuando lo hizo, los porcentajes fueron horribles. Brizuela (25 puntos) fue el único a la altura de un partido para olvidar.
La noche del Barça fue desde el comienzo la crónica de una muerte anunciada. Todos los miedos verbalizados por Xavi Pascual en la previa se cumplieron y los problemas en el tiro y las malas decisiones de su equipo fueron una pesadilla constante en el primer tiempo. De hecho, solo en el primer cuarto (13-22) el Barça encontró el aro en cuatro ocasiones de quince intentos. Y si en ataque no existía ningún tipo de química, en defensa la falta de agresividad permitió tiros demasiado cómodos a un rival de un talento enorme en el que estaba Nikola Mirotic, recibido con aplausos en la segunda vez que pisaba el Palau tras su adiós en 2023.
En el segundo cuarto no mejoró el rendimiento del equipo, desnortado por el nulo acierto de Punter, que estrenó el MVP del mes de diciembre con un 1 de 11 en tiros de campo. Al descanso (26-47) era evidente que solo un milagro rescataría a este Barça. La única noticia positiva, por rescatar algo, fue el liderazgo de Brizuela, que se echó el equipo a la espalda a lo largo de toda la noche aunque siempre para pelear a contracorriente.
El Barça comenzó el segundo tiempo con una nueva energía. Brizuela siguió siendo el faro del equipo, que llegó a conseguir un ritmo anotador convincente. El milagro parecía posible (42-54) cuando en el ecuador del tercer cuarto Xavi Pascual fue expulsado por protestar completamente fuera de sí una falta contra su equipo tras anotar un triple James. La vehemencia del técnico en sus protestas le llevó a los vestuarios por una doble técnica. Esa acción desquició al equipo, que prosiguió con las protestas y la distancia se elevó hasta los 18 puntos (44-62).
En la recta final sacó el orgullo el Barça, que mantuvo la fe pese a que el acierto le dio la espalda, terminó el partido con un 6 de 27 en triples. La distancia no dejó de aumentar en un final muy doloroso (74-90), que debe servir al menos como catarsis para que el 2026 sea bien diferente.
