Una investigación periodística ha revelado uno de los mayores escándalos de la NBA en los últimos tiempos, tanto por los protagonistas envueltos como por honda huella que puede dejar en la estructura de la competición. Según el periodista Pablo Torre, ahora vinculado a The Athletic, los Clippers crearon una empresa fraudulenta de plantación de árboles para poder regatear los topes salariales y, en la práctica, dar más dinero a Kawhi Leonard, estrella del equipo. Un caso de corrupción deportiva que la NBA ha empezado a investigar con prudencia, pues Steve Ballmer, dueño de la franquicia y ex CEO de Microsoft, es el propietario más rico de toda la competición y no es buena publicidad para las grandes fortunas que se discuta sus modos, aunque se alejen de las normas.
Según Torre, esa empresa fantasma, creada con una inyección de 50 millones de dólares de Steve Ballmer, firmó un contrato con Leonard, al que pagó 28 millones de dólares por no hacer literalmente nada, simplemente a cambio de que no se fuera de los Clippers, el equipo al que llegó en 2019. En su momento la decisión del alero sorprendió al mundo. En primer lugar por no renovar con el Raptors, con lo que acababa de ser campeón y MVP de las finales. Y después, por no firmar por los Lakers y formar un big three más que temible con LeBron James y Anthony Davis.
Leonard eligió los Clippers, en su ciudad natal, pero su decisión tenía truco, tal y como asegura esta investigación periodística
Leonard eligió los Clippers, en su ciudad natal, pero su decisión tenía truco, tal y como asegura esta investigación periodística. El jugador recibió dinero al margen del límite salarial (salary cap), el dinero que cada equipo puede gastarse en salarios en una temporada y que supone una norma que intenta mantener una cierta igualdad entre las franquicias, más allá de que existen múltiples excepciones, la más conocida el impuesto de lujo, que no es otra cosa que una multa por exceder el salary cap.
La NBA ha tratado el asunto con pies de plomo y ha comenzado a investigar. Tanto si hay sanciones como si no las hay, la Liga ya no será la misma. En el primer caso, se demostraría la vulnerabilidad de un sistema demasiado flexible. En el segundo, directamente convertiría en imposible tener un control sobre el salary cap. En un momento en el que grandes fortunas no paran de aterrizar en la Liga, no sancionar el fraude de los Clippers puede significar dar carta blanca a este tipo de prácticas.