Luces y sombras envuelven a los Lakers del siglo XXI, aquella franquicia que en otros tiempos desplegaba el showtime y que hoy, en el arranque de la NBA 2025-2026, da bandazos.
Lloran los nostálgicos, mitómanos maduros que recuerdan a Baylor, Chamberlain, Jerry West, Jabbar, Magic, Worthy y O’Neal, leyendas del showtime en el Forum de Inglewood y el Staples Center, gente de un pasado que, veremos, tal vez no vuelva.
Aturdidos aún por la dramática pérdida de Kobe Bryant (fallecido en accidente de helicóptero en enero del 2020, siniestro que se cobró la vida de nueve personas, incluida su hija Gianna Maria, de 13 años) y las cuitas de LeBron James, los Lakers se desviven por recuperar la luz en el Crypto.com Arena.
¿La luz?
De súbito, como un ángel celestial, por ahí se perfila la silueta de Luka Doncic.
Doncic (26) ya no es aquel niño habilidoso y algo regordete que hace diez años ilusionaba a la hinchada del Real Madrid. Hoy es un baloncestista tan jugón como cerebral cuya figura se ha metamorfoseado, producto de la nutrición y el ejercicio específico, en un proyecto que ha maravillado a su entorno, incluido LeBron James.
LeBron James (40) aún es presente, es el último eslabón de la tradicional gloria amarilla, aunque su físico se trastabilla y su mente juguetea sádicamente con las ilusiones del aficionado.
Lloran los nostálgicos, mitómanos que recuerdan a Baylor, Chamberlain, Jabbar, Magic, O’Neal y Bryant
Hace un par de semanas, LeBron James se mostraba misterioso. Utilizando sus redes sociales, el 7 de octubre había convocado a los internautas en un encuentro que aventuraba toda suerte de hipótesis: o anunciaba su retirada o anunciaba un cambio de equipo, interpretaban el imaginario popular y también las corrientes mediáticas.
Resultó ser una estrategia publicitaria, un anuncio de Hennessy, marca de coñac, bajo el título The Second Decision.
(Y al sentirse manipulado, más de uno montó en cólera; no sabemos si estas estrategias las carga el diablo).
Aparte de confundir a las masas, LeBron James también ha aplaudido el compromiso de Doncic, un esloveno en una misión de Dios. En febrero, los Mavericks despachaban a Doncic de mala manera. Según publicaba ESPN, los Mavs desconfiaban de su compromiso profesional. Decían que no cuidaba su dieta ni su estado de forma.
Siete meses más tarde, Doncic es un atleta.
“Simplemente se le ve un poco más rápido, un poco más funcional. Pero la diferencia estará en su capacidad de recuperación –contaba LeBron James en un podcast–. Y cuando tu cuerpo está en excelente forma y te sientes mucho mejor... no es como si el juego de Luka fuera a cambiar. No es como si él no fuera a [anotar mucho]. Eso no va a cambiar. Lo que le va a cambiar es el ver cómo se despierta al día siguiente tras tres o cuatro noches de partidos. Dirá: ‘Oh, caramba’ (...) En fin, tengo que preguntarle por su régimen, creo que lo necesito”.
Durante el verano, Doncic se ha sometido a un plan dietético y muscular que le ha cambiado el físico
Lesionado de ciática y ausente hasta mediados de noviembre, LeBron James no acudirá este martes al estreno de los Lakers: los Warriors de Stephen Curry, Draymond Green, Jimmy Butler y su última adquisición, el casi cuarentón Al Horford, visitan el Crypto.com Arena, y el encuentro se presenta interesante e incierto, un viaje para los sentidos pues, igual que los Lakers, los Warriors son un conjunto nostálgico, un tanto aletargado, adormecido en manos de una tropa de veteranos que se niega a colgar las botas.
Más allá de ambas franquicias, los analistas se decantan por los campeones actuales, los Thunder de Oklahoma City del MVP Shai Gilgeous-Alexander y los jóvenes Chet Holmgren (23) y Jalen Williams (24). Tim Legler, de ESPN, considera que Oklahoma está capacitado para reeditar su anillo, algo que no ocurre desde 2018, cuando los Warriors del mejor Curry repitieron título.
