¿Es posible batir a Pogacar?

Ciclismo | Tour de Francia

A pocos días para el comienzo del Tour, el esloveno se prepara en Isola 2000, mientras Vingegaard, Evenepoel y Roglic lo hacen en Tignes

UAE Team Emirates' Slovenian rider Tadej Pogacar (R) fist bumps with Team Visma-Lease a Bike's Danish rider Jonas Vingegaard prior to the start of the 1st stage of the 77th edition of the Criterium du Dauphine cycling race, 195,8 km between Domérat and Montlucon, on June 8, 2025. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP)

Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar se saludan durante el último Criterium Dauphiné

ANNE-CHRISTINE POUJOULAT / AFP

No sabemos qué hacer, le vemos irse y es imposible”. El diagnóstico de lo sucedido en el Criterium Dauphiné es indiscutible. La irritante superioridad de Tadej Pogacar (26) en la última probatura seria antes del Tour, que empezará a recorrer Francia el sábado desde Lille, ha generado aún más impotencia en muchos equipos. Da la sensación de que existen dos divisiones diferenciadas. En la primera compite el esloveno. En la segunda, el resto de mamíferos mortales. Visión esta acreditada por unos resultados de otro tiempo: Pogacar ha competido 22 días este 2025 y lo ha ganado casi todo. Solo se le escapó la Milán-Sanremo (3.º), la París-Roubaix (2.º) y la Amstel Gold Race (2.º). Por contra, ganó el UAE Tour, la Strade Bianche, el Tour de Flandes, la Flecha Valona, la Lieja-Bastoña-Lieja y el Critérium Dauphiné. El más difícil todavía que quiere completar con su cuarto Tour, premio que le haría entrar en una nueva dimensión en la historia.

El glamur que expele la tradición de la Grand Boucle celebra el advenimiento de un nuevo campeón generacional. En cambio, la resignación de muchos de sus rivales va in crescendo . Esta misma semana el responsable de rendimiento del equipo Red Bull, del que es primera espada Primoz Roglic, Dan Lorang, admitía “que ahora Pogacar está un nivel por encima. Hay que aceptarlo. Le vemos irse un día tras otro y es imposible. No sabemos qué hacer”. Pero no solo es que gane, sino cómo lo hace, con ataques lejanos que se han convertido en su sello propio. “Es difícil encontrar la respuesta sobre cómo competir a un corredor como Pogacar. Se está convirtiendo en una gran frustración para el equipo de rendimiento. Vemos a nuestros corredores alcanzar o superar sus récords personales, y aun así no es suficiente”, replicaba Peter Leo, manager del equipo Jayco AlUla.

Los rivales del esloveno centran su atención en el alto de la Loze, lugar donde siempre ha sufrido

Entre tanto desánimo, Jonas Vingegaard (28) ni se inmuta. Fiel a su frialdad nórdica, el de Visma analiza los resultados desde la confianza de haber batido en el pasado al (nuevo) caníbal y desliza una premisa desde la concentración de Tignes (en los Alpes franceses): la resistencia es más determinante en el Tour que la explosividad. Insiste el danés en que la mayor dureza de los Alpes puede jugar a su favor. Y señala la subida al alto de la Loze (26 kilómetros a más de 2.000 metros de altura) en el final de la 18.ª etapa. Allí ya perdió Pogacar el Tour del 2023 en favor del de Visma, pero también allí sufrió con Roglic en su primer triunfo. No es extraño que, junto a Van Aert, Yates y Kuss, Vingegaard lleve una semana reconociendo este y otros puertos cercanos.

Como el danés, Remco Evenepoel (25) y Primoz Roglic (35), los otros magníficos en discordia, saben que ese será el puerto más duro, el que puede decidir la carrera o marcar diferencias, por eso también se han concentrado en Tignes. El belga ha añadido a su preparación el campeonato de su país, donde despejó dudas arrasando en la contrarreloj. “Estimo que estoy cerca de alcanzar mi mejor versión en una contrarreloj de la historia”, confirmó.

Mientras tanto, el UAE desveló el pasado fin de semana el dream team que escoltará a Pogacar, en el que están João Almeida (ganador este año de la Itzulia, el Tour de Romandía y la Vuelta de Suiza), Marc Soler, Pavel Sivakov y Adam Yates, entre otros. “Tengo la suerte de haber tenido una preparación casi perfecta este año. Todo ha ido de maravilla. Va a ser una gran batalla hasta París, pero estoy listo y espero un nivel muy alto de todos los demás ciclistas top ”, dijo el esloveno desde la tranquilidad de Isola 2000. No es nueva esta elección por parte del equipo de Matxín, que preparaba la carrera allí antes de la aparición del esloveno. Un destino con una altura similar a Tignes, pero con menos turistas. Más tranquilo y alejado del bullicio del norte. Allí vela armas antes de intentar hacer de nuevo posible lo inimaginable.

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