Pogacar conquista su cuarto Tour y se queda a un paso de la leyenda

Tour de Francia | Etapa 21

Van Aert se lleva el triunfo en París, donde el esloveno buscó su quinta victoria

TOPSHOT - UAE Team Emirates - XRG team's Slovenian rider Tadej Pogacar celebrates on the podium with the overall leader's yellow jersey after the 21st and final stage of the 112th edition of the Tour de France cycling race, 132.3 km between Mantes-la-Ville and Paris Champs-Élysees, on July 27, 2025. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP)

Tadej Pogacar sonríe en lo alto del podio de París.

ANNE-CHRISTINE POUJOULAT / AFP

París recibió al Tour y a su emperador con una incómoda lluvia. Pero ni el mal tiempo, ni el hastío que ha desprendido en la última semana impidieron que el mejor ciclista del mundo volviese a mostrar su voracidad en la clásica en que se convirtió la última etapa, con final en los Campos Elíseos, en otro tiempo un paseo triunfal para el ganador. No fue un paseo, pero volvió a ser glorioso para Pogacar, vitoreado por todos en su camino hacia la meta. Solo él es capaz de ganar contra el crono, en la alta montaña y en terrenos escarpados como era este final con Montmartre como invitado de excepción. Su cuarto Tour de Francia no vino acompañado de la victoria en la jornada definitiva, pero en nada desluce un éxito que le sitúa a un paso de los más grandes de la historia en esta carrera.

Hasta el último día. Los ataques de Pogacar a 40 kilómetros de la meta, en las cuestas que avanzan hacia al mítica Basílica del Sacré Coeur, fueron muy emocionantes. Hasta el último día buscó el triunfo él, todopoderoso. Su alarde quebró el pelotón y solo Van Aert, Jorgenson y alguno más siguieron su rueda. Los últimos 30 kilómetros fueron un ejercicio de supervivencia por las enrevesadas, y resbaladizas por la lluvia, calles parisinas.

Como a lo largo de todo el Tour. Todos atacaron al campeón, que salió en persona para evitar la rebelión y para liderar siempre en primera persona y cada vez con más furia, las tres veces que subieron a Montmartre. En la última, la potencia de Van Aert doblegó la insistencia del esloveno en los últimos metros de la ascensión, distancia que se convirtió en segundos durante el descenso y que el belga, un rodador excelso, no desaprovechó para lograr el triunfo.

Pero ya daba igual. Pogacar era campeón por cuarta vez. Pero no solo ha ganado el Tour de Francia 2025, lo ha dominado, lo ha definido a su antojo, lo ha convertido en una obra personal. En una edición exigente, con un rival como Jonas Vingegaard que de todas las formas posibles lo ha intentado, el esloveno ha impuesto su ley desde los primeros días hasta el paseo triunfal por los Campos Elíseos. Una victoria sin resquicios, sin fisuras, una demostración total de lo que significa tener el control absoluto de una carrera que le deja a un paso de la leyenda. 

Con este cuarto maillot amarillo, Pogacar está ya a un solo Tour del club reservado a los mitos: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain. Cuatro nombres que definen la historia del ciclismo y a los que podría sumarse el esloveno, que deberá recomponer su ambición en los próximos meses para dar el salto definitivo al lugar donde están los más grandes.

El esloveno Tadej Pogacar aseguró que su cuarta victoria en el Tour de Francia tuvo “un sabor especial” por la dureza que supuso y reveló una conversación con su máximo rival, el danés Jonas Vingegaard: “Le he dicho que nuestra rivalidad nos lleva a superar nuestros límites”.

“Esta rivalidad de los últimos cinco años nos ha permitido progresar y ha contribuido a romper nuestros límites. Le he mostrado mi respeto y le he felicitado por su Tour y por el combate que me ha dado”, dijo el ciclista del UAE. ”Es la sexta vez que estoy en el podio final. Esta victoria tiene un sabor particular, estoy orgulloso de llevar el maillot amarillo”, aseguró.

“El ambiente en el equipo ha sido fantástico, todo empezó ahí. Nos hemos batido desde el primer al último día. Tras mi victoria en el Muro de Bretaña me demostré que podía ganar el Tour”, dijo. ”La segunda semana fue decisiva. Nos permitió abordar la tercera de manera más serena”, señaló.

Pogacar reconoció que buscó la victoria en al última etapa: “He encontrado la energía para motivarme. Que hayan congelado los tiempos de la general me ha tranquilizado. Tenía piernas para luchar, pero hay que felicitar a Van Aert que ha sido increíblemente fuerte”.

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