Barcelona recoge el testigo de la Grand Départ

Tour de Francia

El alcalde Jaume Collboni, presente en la ceremonia de clausura del Tour, recibió en París el simbólico trofeo como organizador de la Grand Départ del 2026

Collboni

Christian Poiret y Antoine Sillani, representantes institucionales de la ciudad de Lille, entregan el trofeo a Jaume Collboni, ayer

Ayuntamiento de Barcelona

Entre el mar y la montaña, el modernismo y las avenidas olímpicas, las cuestas de Montjüic y la huella de Gaudí. Por primera vez en su historia, Barcelona acogerá La Grand Départ del Tour de Francia del 2026, con tres etapas, entre 4 y el 6 de julio, en las que se convertirá en el epicentro del ciclismo mundial. Uno de los sueños que a la Ciudad Condal le quedaban por cumplir vivió ayer su minuto cero. La Grand Départ quedó oficialmente inaugurada en París, durante la ceremonia de clausura del Tour 2025, cuando el alcalde Jaume Collboni y el concejal de Deportes, David Escudé, que encabezaron una nutrida representación institucional, recibieron de manos de las autoridades de Lille, organizadores de la salida del 2025, la copa simbólica que pasa de una ciudad anfitriona a otra. Con ese gesto, Barcelona asumió el relevo y el compromiso de ofrecer un arranque de Tour a la altura de su historia y su proyección internacional.

Barcelona se convertirá así en la primera ciudad del mundo en haber albergado un Mundial de fútbol (1982), unos Juegos Olímpicos (1992), una Copa del América de vela (2024) y ahora el Tour de Francia (2026). Un hito sin precedentes que busca consolidar su posición como capital del deporte. El Ayuntamiento y la Generalitat lo han hecho posible tras cerrar un acuerdo con la organización del Tour (ASO) valorado en torno a 9,7 millones de euros, con el objetivo de proyectar internacionalmente la imagen de la ciudad y dinamizar su tejido económico y turístico.

“Lo afrontamos con mucha ilusión, es culminar un viejo sueño”, aseguró el alcalde Jaume Collboni, visiblemente emocionado durante la ceremonia de clausura del Tour 2025. “Barcelona tiene una tradición casi centenaria con el ciclismo, por el seguimiento del deporte y por el uso de la bicicleta. Es una ciudad espectacular y muy pensada para que pueda darse una salida del Tour”. Y se atrevió a pronosticar que la Grand Départ de Barcelona será “muy emocionante y muy espectacular”.

Catalunya acogerá tres etapas entre el 4 y el 6 de julio con claro protagonismo para la Ciudad Condal

La primera de las tres jornadas será una contrarreloj por equipos de 19,7 km, pero con un formato particular. Aunque los equipos compitan juntos, el tiempo se contará de manera individual, como ya se probó en la París-Niza. El recorrido atravesará el Fòrum, pasará frente a la Sagrada Família y subirá a Montjuïc antes de culminar en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Será una etapa técnica, urbana y muy visual, con rampas finales del 5% y hasta el 7%, diseñada para abrir diferencias desde el primer día.

La segunda etapa conectará Tarragona con Barcelona en un recorrido costero de unos 178 kilómetros. El pelotón bordeará el Mediterráneo, cruzará Sitges y encarará el puerto de Begues antes de volver a subir Montjuïc tres veces en un circuito final. Una jornada pensada para ciclistas explosivos, clasicómanos o cazadores de etapas. Por último, el Tour partirá de Granollers rumbo a Francia. Será el adiós a una Grand Départ que pretende mostrar lo mejor de Barcelona y Catalunya: mar, montaña, cultura y una ciudad que combina modernismo, tradición y deporte.

“El Tour cuida mucho la cuestión patrimonial, la geografía y el legado de los territorios por donde pasa. Barcelona se verá desde un punto de vista único que nunca ha tenido. Es una forma muy interesante de explicarse al mundo”, añadió Collboni. “Tenemos ya 270 kilómetros de carril bici, una cifra que hace que la ciudad sea ciclable en su conjunto. La bicicleta es un transporte consolidado, democrático y sostenible. Moverse pedaleando es una forma de ver la ciudad y de ser sostenible a la vez”.

“Estamos muy honrados; Barcelona se verá desde un punto de vista único”, explica Collboni

El alcalde también valoró el impacto emocional y social que puede tener el Tour: “Estamos muy acostumbrados a acoger grandes eventos: Juegos, Mundiales, la Copa del América… Pero nos faltaba el Tour. Es un evento para que la gente de la ciudad lo disfrute. Es ver pasar por delante de casa uno de los acontecimientos más importantes del mundo”.

“Estamos muy emocionados y muy honrados de que el Tour haya confiado en Barcelona. Llevábamos años soñando con esto. Vamos a dar lo mejor para que toda la afición lo disfrute. Es una ciudad ideal, con mar, montaña, cultura y monumentalidad. Es la ciudad más bonita del mundo”, concluyó.

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