Ayuso roza el liderato en el día que se protesta contra el Israel en la Vuelta

Vuelta a España | 5.ª etapa

El equipo Emirates gana la contrarreloj de Figueres y acorrala a Vingegaard, al que le queda el consuelo de recuperar el maillot rojo

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Momento en que los ciclistas del equipo Israel se encuentran con la pancarta de lado a lado de la calzada 

Pau Venteo / Shooting / Colaboradores

No existe un yo en el equipo, suelen decir los estadounidenses del deporte, con un juego semántico. Pero sí que sí que hay una A en la palabra team. De hecho, en la escuadra del UAE de la Vuelta hay dos A, la de Juan Ayuso y la de João Almeida, sus dos líderes. El alicantino se quedó muy cerca del liderato tras el gran triunfo del Emirates en la contrarreloj por equipos de Figueres.

Los chicos de Matxin salen de la etapa bien situados y asediando en la clasificación general a Jonas Vingegaard (Visma), al que le queda el consuelo de recuperar el maillot rojo. El danés manda pero tiene pisándole los talones a los compañeros de Pogacar. Ayuso, segundo, Almeida, tercero, y Marc Soler, cuarto, todos a 8 segundos. Un panorama peligroso a la par que excitante ante la llegada de la alta montaña, hoy en Pal (Andorra) y mañana en Cerler (Huesca).

Con una pancarta de lado a lado de la calzada

Unos activistas protestan contra el genocidio en Gaza y paran unos segundos al equipo Israel

A Salvador Dalí, genio del surrealismo, al que le encantaba ver el Tour de Francia en julio, hubiera alucinado viendo delante de su Teatro-Museo a los ciclistas con sus bicis-cabras, con sus cascos futuristas con viseras de pantalla, con sus coloridos maillots tan ajustados al cuerpo, todos conjuntados, bajando por la rampa para lanzarse en la contrarreloj por equipos.

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Así esperaban los activistas a los ciclistas del Israel-Premier Tech 

Pau Venteo / Shooting / Colaboradores

Los 16 huevos gigantes y los 1.300 panes de la Torre Galatea fueron testigos de la buena compenetración del UAE, que rodó a 56,8 km/h en los 24 km que les devolvían a Figueres tras pasar por Cabanes, Peralada y Vilanova de la Muga. Pero en la última recta llegaron solo cuatro corredores, los necesarios. Ayuso, que es un gran especialista hasta el punto de que cuatro de sus 14 victorias han sido en la modalidad, esprintaba tanto que hacía sufrir a Marc Soler, que era el que tenía que parar el cronómetro.

El UAE soñó con el liderato porque en el segundo punto intermedio aventajaba en 13 segundos al Visma. Tres segundos más y el rojo era para Ayuso. Sin embargo, las abejas supieron mantener el bloque (ellos empezaban con siete tras el abandono de Zingle) también aceleraron en esa parte final del recorrido. Vingegaard en persona hizo los últimos relevos para minimizar la pérdida, dejarla en 8s y volver a lo más alto de la general. Bernal (Ineos) se dejó 16s mientras que a O'Connor se le marcharon 44s.

Los escaladores

Bernal se dejó 16 segundos mientras que a Ben O'Connor se le marcharon 44s

Fue una etapa bastante accidentada, sobre todo en las partes más técnicas, con carreteras estrechas. Se dio un buen batacazo Sobrero (Red Bull), Verona (Lidl) se fue recto en una curva y ya no le esperaron y hasta Aular (Movistar) hizo una excursión por el césped. Pero ningunos como los del Israel-Premier Tech.

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Juan Ayuso encabeza la fila del equipo UAE 

Javier Lizón / EFE

Hace tiempo que por Whatsapp llegan mensajes contra la participación del equipo del país hebreo en la Vuelta y la contrarreloj por equipos fue el momento elegido para mostrarles el rechazo. No llevaban transcurridos ni 4 kilómetros los ocho ciclistas del Israel cuando se vieron frenados por una protesta contra la genocidio en la franja de Gaza. A su paso, un grupo de diez personas desplegaron una pancarta de lado a lado de la calzada y varias banderas de Palestina.

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Jonas Vingegaard vuelve a enfundarse el maillot rojo de la Vuelta 

Javier Lizón / EFE

Los primeros que la encontraron fueron las motos de los Mossos que preceden a cada equipo, que tuvieron que reducir su marcha para no atropellar a nadie y no causar un accidente. Los ciclistas llegaron un poco más tarde en plena confusión y algunos tuvieron que poner el pie a tierra para no caer. Cuatro pasaron por un rincón pero la otra mitad del equipo tuvo que esperar para reemprender la marcha. Perdieron una decena de segundos debido a la protesta pero, a pesar de los nervios y el desconcierto inicial, pronto recuperaron la compostura y la estructura para completar la etapa sin más sobresaltos.

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