Evenepoel gana su tercer mundial contrarreloj consecutivo doblando a Pogacar

Ciclismo

El belga iguala la marca de Tony Martin y a Michael Rodgers y se queda a un triunfo del alemán y de Fabian Cancellara

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Remco Evenepoel muerde la medalla de oro del Mundial de contrarreloj celebrado en Kigali (Ruanda).

ANNE-CHRISTINE POUJOULAT / AFP

El mundo del ciclismo contempla a la actualidad con absoluta estupefacción, un asombro reverencial fundamentado por la mayor concentración de talentos surgida en cualquier etapa pasada. Cada uno de ellos brillando en una especialidad y a la altura de los más grandes de siempre. Estableciendo marcas de velocidad imposibles, alejando los límites de este deporte un poco más hacia lo desconocido y acumulando victorias en un número insospechado hasta la fecha. Entre este ramillete de elegidos destaca Remco Evenepoel, el hombre que pliega el tiempo a su voluntad cuando, en solitario, pelea contra el reloj sobre su bicicleta aerodinámica. Nadie le tose al belga desde hace varios años. Ayer dio un paso más hacia la eternidad que todos ellos persiguen con su tercer triunfo consecutivo en un Mundial contrarreloj, algo solo logrado antes por Michael Rodgers y Tony Martin. Con cuatro títulos (no consecutivos) se destaca Fabian Cancellara, próxima presa del ‘pitbull’ de Aalst, que por cierto, todavía tiene 25 años.

En Kigali (Ruanda), en el primer Mundial celebrado en África, Evenepoel humilló a todos sus rivales con una enorme exhibición de fuerza. Algo que podría parecer previsible, pues ya gobernó los dos mundiales anteriores, también los Juegos Olímpicos en ambas disciplinas, También a Tadej Pogacar, el Eddy Merckx de estos tiempos, que fue doblado por el belga a falta de dos kilómetros de un recorrido de 40. Una imagen que ya es historia del ciclismo y que el esloveno no perdonará.

Renunció a estar en Kigali Filipo Ganna, quien ha sido el verdadero rival de Evenepoel en la disciplina, rendido ante la dureza de un recorrido diseñado para que Pogacar pudiera plantar cara a los grandes especialistas. No se dejó intimidar sin embargo el belga por las rampas del 11% en alguno de las tres cotas, el último con asfalto adoquinado incluido, que debían superar los ciclistas. 

Una voracidad que se retroalimenta con la competencia que existe con esos gigantes coetáneos con los que batalla constantemente. Indomable en su lucha contra el tiempo, aventajó al segundo, el australiano Jay Vine, en 1m17s, y al tercero, para sorpresa de todos el belga Van Wilder, en 2m36s. El colmo de la decepción para Pogacar fue quedarse fuera del podio por tan solo un segundo, a 2m37s del arcoíris.

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