El Barça perdona y lo paga con una cruel derrota ante el Atlético

FC Barcelona, 1 - At. Madrid, 2

Un gol de Sorloth en el último suspiro deja a los barcelonistas muy tocados y sin el liderato

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Decepción de Lewandowski al final del partido 

Joan Monfort / Ap-LaPresse

Hay días que no tienen perdón y días que perdonas. Para el Barça el partido ante el Atlético fue de los segundos. Porque lo hizo todo para vencer menos traducir su notable juego en el marcador. Y ya se sabe que el fútbol no va de merecimientos sino de acontecimientos. El equipo de Flick recuperó la intensidad y el fútbol pero no la voracidad realizadora que le había catapultado en la clasificación. Al final una derrota cruel e injusta que llegó en el último segundo cuando Sorloth transformó el 1-2 que deja al Atlético líder en la clasificación y que supone la primera victoria de Simeone en terreno barcelonista. Tercer revés consecutivo de los azulgrana en Montjuïc. Lógicamente así no se puede ganar una Liga.

Pero metiendo solo un gol, el de un Pedri maravilloso, no fue suficiente. El Barcelona tuvo hasta siete ocasiones claras por solo tres del Atlético pero unas veces Oblak y otras remates defectuosos dejaron a los blaugrana sin nada. En cambio, De Paul y Sorloth no tuvieron piedad.

Pedri avanzó a un Barça superior pero después empató De Paul tras un fallo de Casadó

Después de ganar solo un partido de los últimos seis en el campeonato Hansi Flick tomó decisiones de calado. Ausente Lamine Yamal, el técnico alemán decidió sacudir su coctelera. Podía haber apostado por Ferran Torres y ya está pero se decidió por Fermín. Lo colocó en el flanco izquierdo y trasladó a Raphinha a la derecha. No sólo hizo eso sino que sacó del once a Olmo, que había bajado su rendimiento en los últimos encuentros, y se decantó por Gavi como mediapunta. Con Fermín y Gavi el Barça se garantizaba un extra de deseo, de mordiente, de intensidad. Lo necesitaba después de salidas sin tensión como el día del Leganés.

Delante estaba un Atlético que venía lanzado, con once victorias consecutivas en todas las competiciones, y que había atrapado en la tabla al Barcelona. Pero desde el silbido inicial se vio que quería más el Barça, que mandaba el Barça, que apretaba el Barça. Once chacales en la presión. Once jugadores volcando el campo hacia la portería de Oblak. Con extremos bien abiertos y una lluvia de centros hacia el corazón del área. Raphinha armaba la pierna y se topaba con el pie de Gallagher cuando el tiro transportaba aroma de gol. Iñigo Martínez hacía trabajar al portero rojiblanco. Gavi se elevaba y cabeceaba fuera.

El Atlético sale de Montjuïc como líder y Simeone por fin gana en terreno barcelonista

No eran ocasiones superlativas pero sí una constante sensación de peligro y sobre todo de superioridad. Las estrellas del Atlético ni la olían y el Barça se anticipaba en todas las jugadas, con una hiperactividad que hacía recordar la de principio de temporada.

Cuando tocaba pausa tomaba el mando un brillante Pedri, que movía el balón y se movía él, que pasaba y salía, que no paraba quieto y que parecía bailar con zapatillas de ballet. En una jugada así llegó el gol que abrió el marcador. Fue al filo de la media hora cuando el canario conectó con Gavi. El andaluz se giró probando una ruleta que se le marchó larga. Pero por ahí se internó Pedri para hacerse con la pelota y alojarla en la red con un remate raso.

El gol hacía justicia al juego y alegraba la velada en Montjuïc, con el público, más allá de debates sobre la grada de animación, jaleando el tanto y calentando un ambiente que en este recinto siempre tira a frío.

Era complejo, sin embargo, mantener ese nivel de presión. Por concentración y por piernas se antojaba normal sufrir alguna desconexión y es lo que se produjo en los estertores de la primera mitad cuando el Atlético enlazó un par de jugadas con sentido aunque sin finalización. Los de Simeone ni remataron hasta el descanso con un Julián Álvarez que apenas había intervenido. Difícil hacer menos que el Atlético en esta fase del encuentro, pero el partido no estaba ni mucho menos resuelto.

Había que remar para atarlo. Cerca estuvo de ponerle el broche Fermínn pero se encontró con las piernas de Oblak tras un servicio magnífico de Pedri. Lástima que el del Campillo no esté con confianza en el remate esta temporada. Todo lo contrario que Raphinha, que también bordeó el segundo con una vaselina al larguero tras otro pase genial de Pedri. Merecía el Barça ampliar la renta, pero lo que llegó fue el empate después de un mal rechace de Casadó, forzado, que aprovechó De Paul para embocar desde la frontal del área. Era el primer tiro a puerta del Atlético. Máxima eficacia tras perdonar el Barcelona. Un golpe duro. Para combatirlo el Barça movió piezas y entraron Olmo y Ferran Torres mientras el Atlético regresaba a la cueva para tapar más agujeros que con la lotería. Eso sí cuando salió tuvo el 1-2. Si no lo logró fue porque Peña desvió con el pie un remate franco de Barrios. En el origen, otro error de Casadó.

El partido se encontraba en el alambre y ahora era Olmo el que se quedaba a un palmo del gol. El equipo blaugrana terminó el encuentro llamando a la puerta pero sin derribarla. En la penúltima Raphinha, sin ángulo, no pudo batir a Oblak y en la última el portero se agigantó para desbaratar un chut de Pedri. Para como Sorloth dio en la diana al final del añadido. Un castigo rotundo y que deja al Barça destrozado.

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