El Obispo de Sant Feliu de Llobregat, Xabier Gómez García, ha puesto al jugador del FC Barcelona, Lamine Yamal, de ejemplo del valor del valor de la transculturalidad, con “”la interacción activa y de la creación de nuevas formas culturales a partir del diálogo” entre ellas. “Más allá de los orígenes, lo importante es lo que se construye conjuntamente, con respeto y voluntad de compartir”.
En su carta dominical publicada en la hoja parroquial del obispado de la semana pasada, el obispo Gómez García recuerda que Lamine Yamal nació en Esplugues y ha crecido en el barrio de Rocafonda de Mataró, y que “hijo de padre marroquí y madre ecuatoguineana, Yamal representa a una generación que no entiende las fronteras culturales como muros, sino como puentes”.

El obispo Xabier Gómez
Su reflexión, publicada unos días antes de la victoria del F.C. Barcelona en la Liga, ganada en Cornellà-El Prat y celebrada en la Ciudad Deportiva entre Sant Joan Despí y Sant Feliu, señala que “su éxito dentro y fuera del terreno de juego evidencia como la diversidad puede ser una fuente de riqueza colectiva”.
En unos momentos en que las encuestas detectan la subida del voto a partidos xenófobos en toda Europa, el obispo asegura que “lejos de los discursos excluyentes, su recorrido vital nos habla de resiliencia, integración de identidades culturales, esfuerzo y respecto”.
A su juicio, el futbolista “envía un mensaje poderoso: la identidad no es una etiqueta única, sino una suma de influencias, vivencias y valores”, por lo que “nos invita a replantear cómo entendemos la catalanidad y la ciudadanía hoy”. Para el prelado, lo importante es “educarnos en el reconocimiento de lo que nos une, en vez de acentuar lo que nos separa: la diversidad en armonía es el camino”.