Un arco azulgrana para recibir a los campeones de la Liga, la Copa del Rey y la Supercopa de España. Una alfombra con el logo del 125 aniversario del Barcelona. Y una atmósfera que recordó que, efectivamente, la entidad está más viva que nunca. Todo para recibir al Barça de Flick, que, con la megafonía rugiendo sus nombres, se dirigió al círculo central. Mientras sonaba el We are The Champions y una lluvia de confeti y pirotecnia azulgrana inundaba Montjuïc, este Barça, el del Dream Teen, dio una vuelta de honor al estadio. Celebrando lo ganado y lo que está por venir.

El equipo cierra la temporada en Montjuïc celebrando la Liga, la Copa y la Supercopa de España (REUTERS)
La cara de ilusión de Gerard Martín, Héctor Fort, Marc Casadó o Bernal lo explicaban todo. La mirada de agradecimiento de Lamine Yamal, Pedri y Hansi Flick, los más aclamados de la noche, también. Y la sardana que dibujaron todos destiló la unión de un equipo que ha cerrado un año inimaginable. “Llevo algunos títulos con este club y este ha sido especial”, reconocía su capitán, Ter Stegen. “Estoy realmente feliz, la ciudad y el club son maravillosos”, apuntaba por enésima vez Hansi Flick. “Somos campeones. Vamos a por más el año que viene”, prometía Pau Cubarsí. “Me quedo con la sensación de triunfo”, sentenciaba Balde. Todos se hicieron una foto de familia en la que recordaron al fallecido doctor Carles Miñarro y también a Ferran Torres, recientemente operado de apendicitis.
Llevo algunos títulos con este club y este ha sido especial”
Esta foto familiar fue el colofón a cuatro días de fiesta que empezaron el jueves. Días que han dejado estampas para la historia con Marc Casadó en Canaletes, de ‘Veranos Azules’ en bicicleta con Dani Olmo, Eric Garcia, Pedri e Iñigo Martínez por la Diagonal y de la primera rúa de Flick. Pero, sobre todo, han sido días para certificar la conexión entre la afición y un proyecto que, más allá de los tres títulos, se ha plantado a las semifinales de la Champions y que ha ganado, por primera vez en su historia, los cuatro clásicos posibles ante un Real Madrid que empezaba el curso con Mbappé y siendo virtual campeón de todo.

Lamine Yamal y Marc Casadó ondeando las banderas del Barça
Por todo, la tarde ya arrancó con el público cantando el “¡Campeones, campeones!”, mientras sonaba el Cant del Barça por última vez en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Orgullosos y sonrientes, los alumnos de Flick agradecieron el pasillo que el Villarreal les dedicó a ellos, los ilusionantes, divertidos, eléctricos y disfrutones campeones de Liga, la 28.ª de la historia del club. Ellos son el Dream Teen, un equipo que comenzó a gestarse con Ronald Koeman, quien hizo debutar a Gavi, redebutar a Eric Garcia y dio protagonismo a Pedri. Luego continuó con Xavi Hernández, que apostó por el talento de Balde, Fermín y el de Lamine Yamal. Pero todo ha explotado y madurado bajo la batuta de profesor Hansi Flick, un técnico que ha sabido mezclar a la perfección la juventud de la cantera con la veteranía de De Jong, Lewandowski o Raphinha.

Lamine Yamal levantando la copa de la Liga
Precisamente las trenzas del brasileño, teñidas de azulgrana, fueron el mejor reflejo del sentimiento de pertenencia y orgullo que se vivió en el last dance de Montjuïc, con una afición desatada que empujó a su campeón en la derrota inocua ante el Villarreal. Y que enloqueció un día más con Lamine Yamal, ese genio con el que se ha superado la salida de Leo Messi. Al celebrado gol del joven extremo, formado en la Masia, se unió Fermín, otro canterano que tampoco se queda corto ni de barcelonismo ni de goles y que en septiembre cumplirá diez años en el club de su vida. No faltaron los cánticos de siempre, como el “Boti, boti, boti, madridista qui no boti”, entremezclados con el eterno “Ser del Barça és el millor que hi ha”.

Hansi Flick en la mítica sardana barcelonista
Mientras el sol se ponía y Montjuïc le dedicaba olas y unos últimos cánticos a Flick y a Gavi, Joan Laporta observaba su obra en el palco. Después, el presidente pisó el césped junto al máximo mandatario de la RFEF, Rafael Louzán y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Todos se engancharon al magnetismo del equipo y terminaron botando con ellos mientras Ter Stegen levantaba al cielo la copa de la Liga junto a los trofeos de la Copa y de la Supercopa bajo las notas de L’Escut al Pit, el himno del 125 aniversario del club.

Flick con un niño que llevaba la camiseta de Ferran Torres
No hubo parlamentos porque así lo decidieron a última hora. Flick, parafraseando el Més que un club, se disculpó en la sala de prensa con un “quiero volver a dar las gracias. Un año después de llegar, entiendo el Més que un club. Hay potencial y trabajaremos duro. Iremos a por más”. Pero un día más y por última vez, el tapete de Montjuïc acogió a los familiares. El padre de Pedri, le marcó un gol a su hijo de penalti. Lamine Yamal tomó en brazos a su hermano. Y los pequeños de Szczesny y De Jong corrieron por el patio temporal de un Barça que cerró sus puertas con una sensación de satisfacción indescriptible y con un Hansi Flick recuperando el “Visca el Barça y Visca Catalunya”.