La reconstrucción del Spotify Camp Nou, sin fecha de reapertura, no es la única que ha tenido que emprender Joan Laporta. Más exitosa y sobre todo más rápida ha sido la reedificación deportiva del Barcelona, que ha pasado recientemente una travesía por el desierto cayendo dos años a la Europa League pero que, con un fútbol alegre, joven y ofensivo, la temporada pasada se volvió a situar entre los mejores del continente, con un triplete nacional y unas semifinales de Champions. El empate en Vallecas confirmó que los 25 millones invertidos en Joan Garcia para la portería apuntan a acierto.
Este es el quinto mercado de verano desde que Laporta llegó de nuevo a la presidencia del Barcelona y en un lustro se ha pasado del Barça de Messi al de Lamine Yamal, dos futbolistas formados en la Masia que se convirtieron en estrellas desde muy jóvenes, pero a las que hay que saber rodear.
En su segunda etapa
El presidente ha ganado dos Ligas, dos Copas y dos Supercopas y ha cambiado a toda la plantilla menos a cuatro futbolistas
De la plantilla que había en las elecciones de marzo del 2021 solo resisten Ter Stegen, Araújo, Frenkie de Jong y Pedri. Son los únicos cuatro del vestuario actual que llegaron a jugar al lado del diez argentino. El resto ha llegado en una época marcada por los problemas con la masa salarial excedida y las muchas dificultades para estar en la regla 1:1 y poder inscribir a los jugadores con normalidad.
En esas nuevas condiciones hay que mirar mucho las operaciones y cuidar los gastos para acertar al máximo. Han aterrizado 31 jugadores, porque no todos han salido bien. Y sobre todo se puede trazar una pauta porque fue en los dos primeros años cuando llegaron la mayoría de incorporaciones, 10 en la 21-22 y 9 en la 22-23, coincidiendo con las mayores urgencias deportivas. Cuatro de los cinco refuerzos de esa etapa superan los 40 millones: Ferran Torres, Raphinha, Koundé y Lewandowski. El quinto es Dani Olmo, canterano que volvía a casa, adquirido en el verano del 2024.
Estaba claro que se necesitaban ilusiones y líderes y se buscaron futbolistas contrastados de rendimiento inmediato porque, recordando dos frases de Laporta que hicieron fortuna, “en el Barça, los años de transición no existen” y “conmigo las derrotas tendrán consecuencia”.
Primero con los criterios de Mateu Alemany y después con la dirección de Deco, también se puede detectar un punto en común que son los fichajes a coste cero. Hasta 13 futbolistas llegaron cuando terminaban contrato o con la carta de libertad. Los casos low cost de Eric Garcia, Christensen o Iñigo Martínez son ejemplos a tener en cuenta. En cambio, las cesiones de João Félix, Cancelo, Adama y Demir no fructificaron y no se quedaron. Malos precedentes para Rashford.
En busca de referentes
En los primeras temporadas llegaron cuarto de los cinco fichajes caros: Ferran Torres, Lewandowski, Raphinha y Koundé
Pese al control de la caja, un fichaje muy discutido fue el de Vítor Roque por 30 millones más 31 en variables, aunque las cifras en Brasil eran otras. Presentado como un nueve para el futuro, solo marcó dos goles con el Barça y terminó regresando a su país, con escala de medio año en el Betis, recuperando parte de la inversión.
Históricamente al Barcelona le había costado vender bien porque era un club comprador y priorizaba los títulos a los beneficios. Pero la obligación manda y ha tenido que aprender a hacer buenos negocios con los descartes (Firpo, Trincão, Emerson...), aunque el primer verano se vivió el inesperado adiós de Leo Messi entre lágrimas y gratis.
Nico González, Ilaix Moriba, Marc Guiu...
La irrupción de la cantera es clave para reformar el equipo, pero también para cuadrar números
Dembélé es la mejor venta de esta etapa, aunque de los 50 millones que abonó el PSG, el Barça se quedó 35,4. Laporta también se ha tenido que deshacer de los otros dos fichajes de más de 100 millones: Coutinho (Aston Villa) y Griezmann (revendido al Atlético). Si estos tres fueron deficitarios, otros como Aubameyang o Kessié, que no costaron nada, dejaron 12 millones cada uno.
La cantera ha tenido un peso importante con la irrupción de jugadores clave pero también ha ayudado a cuadrar las cuentas con las ofertas por Nico, Ilaix o Guiu.
Bartomeu pagó más de 100 millones por cada uno
Dembélé es la venta más cuantiosa de este período, peor salieron Griezmann y Coutinho
Si de algo puede presumir el Barça es de que, además de ganar dos Ligas, dos Copas y dos Supercopas, su reconstrucción ha sido sostenible. Ha gastado 350 millones y el balance sale casi positivo, con un mínimo decalaje -9 ante la magnitud de la reforma.