El Comité de Competición ha confirmado este miércoles la sanción de un partido para el técnico del FC Barcelona Hansi Flick, por las protestas durante el último partido liguero ante el Girona, por lo que no se podrá sentar en el banquillo en el clásico del domingo en el Santiago Bernabéu. El Barça apelará hoy mismo la decisión para tratar de evitar que el técnico se pierda el partido ante el Real Madrid.
Hansi Flick dirige al FC Barcelona desde el banquillo
El club blaugrana había presentado alegaciones a la doble amonestación al entrenador, al considerar que “los hechos no se corresponden don la redacción del acta” puesto el Barça entiende que “se trataría de una sola acción” de protesta, y no dos, como recoge el acta del partido. De ser así, Flick solo debería haber recibido una tarjeta y, por lo tanto, podría esquivar la sanción.
“La apreciación de un error material manifiesto en el acta arbitral exige la aportación de elementos de prueba que de forma inequívoca, más allá de toda duda razonable, acredite bien la inexistencia del hecho reflejado en el acta o bien su patente arbitrariedad”, recoge la resolución del comité disciplinario, que añade que “el club alegante no aporta elemento probatorio alguno que pueda desvirtuar que el entrenador D. Hans-dieter Flick no cometiera los hechos que se reflejan en el acta arbitral”.
Por todo ello, resuelve que “procede desestimar la solicitud de dejar sin efecto la doble amonestación objeto de la presente impugnación y, en consecuencia, se acuerda el mantenimiento de las consecuencias disciplinarias derivadas de la expulsión”.
Al Barça aún le queda una última bala en la recámara para intentar que Flick pueda dirigir a su equipo en el clásico, apelar la decisión, algo que tiene previsto hacer hoy mismo y esperar que el Comité de Apelación resuelva a su favor, algo poco probable dados los precedentes.
El Comité no entra de oficio por el corte de mangas
La buena noticia para el FC Barcelona es que el Comité no ha entrado de oficio para castigar el corte de mangas del entrenador en el partido ante el Girona, que le habría supuesto un castigo mucho mayor. Al no quedar recogido en el acta este gesto, la única vía para poder investigarlo era que el Comité entrase de oficio, algo que no ocurre desde hace más de una década, desde el incidente del dedo en el ojo de Mourinho a Tito Vilanova en 2011.

