El momento de Hansi Flick

La irregularidad blaugrana

El Barça necesita encontrar soluciones y el técnico alemán afronta un reto mayúsculo

Entreno del FC Barcelona previo al clásico contra el Real Madrid. Hansi Flick

Un pensativo Hansi Flick, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper

Mané Espinosa

La pelota está alojada en el tejado de Hansi Flick. Es su momento. El desafío que se le presenta es mayúsculo. Aquejado su Barça de una catarata de lesiones, golpeados muchos de sus futbolistas importantes, que tienen o han tenido problemas físicos, el alemán ha de dar con la tecla y sacar la pizarra para revertir la dinámica de su equipo. Viene el Barcelona de perder tres de sus últimos cinco partidos pero más allá de los resultados el conjunto blaugrana solo ha mostrado el nivel futbolístico de la pasada campaña a cuentagotas. Eso es lo que realmente debe preocupar a Flick, que tiene diversos asuntos por resolver. Aquí van una serie:

Recuperar el juego colectivo. El sello del Barça de Flick era la voracidad y la hiperactividad. Era como tocar un cable de la corriente. Emanaba electricidad, vértigo, verticalidad e inconformismo. Es cierto que son muchos de los ingredientes que podrían definir a un futbolista como Raphinha, ahora intentando recuperarse de una lesión muscular que se le ha complicado. Pero no sólo él transportaba esta ambición. Era una cuestión coral, del portero al delantero. De área a área lucía el Barça un equipo indesmayable. Actualmente y tras 13 partidos el equipo acumula nueve goles a favor menos que la pasada campaña a estas alturas (34 por 43), ha encajado tres más (16 por 13) y ha dejado la portería a cero en tres ocasiones (todas con Joan Garcia) por cuatro hace un año. También acumula una derrota más (tres por dos en el ejercicio anterior). Los números atestiguan que al Barça le falta la sexta marcha.

Más allá de las lesiones el Barça ha perdido la voracidad coral, su auténtico sello de identidad

Fijar una defensa. El adiós de Iñigo Martínez ha provocado un casting en cuanto a la pareja de centrales. El técnico ha probado cuatro, siendo los tándems más utilizados los formados por Cubarsí y Eric García y por Araújo y Cubarsí, que esta semana ha rebajado la carga de trabajo para evitar lesiones. Los catalanes han sido utilizados juntos en el eje en cinco ocasiones y el uruguayo con el gerundense han formado en otros tantos partidos. Pero la zaga no termina de estabilizarse. Los canteranos presentan un perfil similar, con gran pulcritud con el balón e inteligencia táctica pero les falta contundencia en el cuerpo a cuerpo. Cuando aparece Araújo se palia este déficit pero emergen carencias en los otros aspectos. Total, que la línea del fuera de juego no se tira con la misma eficacia, lastrada también por una presión colectiva mucho menos agresiva.

Jugar sin Pedri. No le queda más remedio al técnico alemán que reconfigurar su sala de máquinas por la lesión del cerebro canario. No es que pierda a un titular fijo, es que pierde su extensión en el campo. Teniendo en cuenta que a Gavi aún le queda bastante para aspirar a reaparecer y que Marc Bernal aún no está preparado ni física ni futbolísticamente para coger el timón, la opción más natural al menos en el corto plazo es la de alinear a Casadó, Frenkie de Jong y Fermín. Olmo está cerca de volver pero teniendo en cuenta su historial de lesiones es mejor ir con cautela con el de Terrassa. En esta formación quien tiene más números para ejercer las funciones de Pedri es De Jong, otro de los indiscutibles del técnico alemán. Más adelante se pueden dar otras combinaciones, en las que Fermín u Olmo podrían retrasar su posición. Al primero le falta calma para esa función y al segundo, fondo, pero en momentos de emergencia se podría dar.

Lo que más urge al entrenador es paliar la ausencia de Pedri y elevar el rendimiento de Lamine Yamal

Subir el nivel de Lamine Yamal. La joven estrella no está teniendo una temporada boyante. La lesión en el pubis le sacó de su rendimiento habitual y le está costando alcanzarlo. Ni regatea ni desequilibra ni asiste como tenía acostumbrado al personal. Además, su vida privada está continuamente en los medios. Aumentar sus prestaciones en el campo y calmar sus aguas extradeportivas son un claro objetivo para Flick, y más sin el concurso de Pedri. También se necesitan los goles de un Lewandowski a punto de volver.

Tener más temple. Su expulsión contra el Girona ha resultado perjudicial para un equipo que le necesita inspirado y tranquilo en el área técnica. Contando sus dos temporadas Flick se ha perdido tres partidos por sanción y en los tres su equipo ha caído derrotado (Leganés, Atlético y Real Madrid). Es probable que lo tenga muy en cuenta para el futuro.

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