Consejero delegado del Banc Sabadell entre los años 2007 y 2020 y ex presidente del Cercle d’Economia y del patronato de Esade, Jaume Guardiola (Barcelona, 1957) no tendrá un retiro tranquilo por voluntad propia. Ha decidido involucrarse en las próximas elecciones del FC Barcelona de la mano de Víctor Font.
¿Qué tiene de malo una jubilación dorada? ¿Ya sabe dónde se mete?
Algunos amigos me miran extrañados pero es sencillo. Soy muy del Barça y quiero ayudar. Vengo de una familia de gran tradición barcelonista y encuentro natural dar el paso.
¿Familia barcelonista?
Mi bisabuelo formó parte del club y murió de un infarto saliendo del campo de la calle Indústria, mi abuelo fue miembro de la directiva que organizó la primera comitiva al monumento de Rafael Casanova y la que juntó a Paulino Alcántara, Samitier y Zamora en el mismo equipo, mi padre estuvo en la candidatura de Víctor Sagi…
Jaume Guardiola forma parte del equipo de Víctor Font, que tiene la intención de presentarse a las próximas elecciones del Barça
El adiós del crack
“En la marcha de Messi faltó sensibilidad y planificación. Fue muy triste”
Y ahora, usted con Font...
Lo conocí a raíz de las pasadas elecciones y congeniamos. El club debe cambiar de forma radical su gestión y quiero involucrarme. Víctor es el candidato ideal.
¿Por qué?
Tiene independencia económica, factor este básico y no tan fácil de encontrar, una buena edad (53 años), la energía y el conocimiento y muchos contactos en el mundo en el que se mueve el Barça. Y trabaja en equipo, de forma coral.
¿Qué papel se ve usted desempeñando? ¿No le hubiera gustado presentarse a presidente?
Me hubiera gustado presentarme con su edad, pero no podía porque mi trabajo exigía tiempo completo. Ahora quiero acompañar con mi experiencia al grupo de gente que representa. Aconsejar es la postura que corresponde a mi momento vital.
Mañana anuncian un acto junto a otros grupos barcelonistas.
Queremos aglutinar diferentes voces del barcelonismo, un movimiento transversal que represente un amplio espectro. El Barça no es solo los socios de Tribuna, es mucha más gente. Hemos incorporado ya a ‘Seguiment’ y ‘Suma’. Nuestra intención es seguir creciendo siempre que haya un espacio de coincidencia. El bien común es crear una candidatura muy atractiva.
¿No corren el riesgo de crear un alternativa anti-natura?
Hay tres ejes en los que debemos estar de acuerdo. El primero es el socio, con el que hay que mantener un diálogo permanente para que se sienta copartícipe de la gestión, para resituarlo en el centro del club, algo que ahora no sucede, pues se le ha tratado muy mal por ejemplo en la mudanza a Montjuïc; el segundo es la gestión, que debe estar en la mejores manos, en los mejores profesionales, y ser ejercida con total transparencia; y el tercero es la Masia y el modelo de propiedad.
Critica usted al Barça de Laporta pero usted formó parte de él siendo el presidente de la Comisión Económica durante el primer año y medio de su mandato…
Es una pregunta interesante y evidentemente forma parte de mi proceso personal. Acudió a mí Laporta y en ese momento yo dejaba el Banc Sabadell. La situación económica era dramática, peor que la actual, y yo emití una serie de informes que resultaron trascendentales para salir de la situación, para avanzar con el Espai Barça y con el acuerdo con Spotify. Se aprobó un crédito de 525 millones con Goldman Sachs, que luego fue de 595, solo para poder tapar agujeros, pagar nóminas y poner al día deudas.
¿Qué pasó entonces?
Mi cargo tampoco era vinculante y yo confiaba en la profesionalización del club. Mis interlocutores eran ejecutivos válidos como Ferran Reverter, Maribel Meléndez, Mateu Alemany, el vicepresidente Eduard Romeu… Y todo eso se evaporó. Ha salido muchísimo talento. Miras ahora el equipo directivo y solo ves a gente vinculada al círculo íntimo del presidente, a gente vinculada con el Reus que desapareció… Después se han sucedido los acontecimientos...
Por ejemplo…
El entramado digital Bridgeburg y sus socios, las comisiones a Darren Dein, la constructora Limak… la falta de transparencia genera una sospecha permanente.
¿Qué pasa con Limak?
Es impensable dejar en manos de esta constructora el Camp Nou. Por eso se fue el responsable directivo de entonces.
Víctor Font
“Tiene independencia económica, además del conocimiento y la edad perfectas”
Explíquese…
Antes del covid los requisitos para testar a la constructora eran de sentido común y los cambiaron todos. Limak no habían construido en Europa, no tenía experiencia en grandes estadios, no conocía la legislación laboral… Es como aceptar que un arquitecto te haga la casa y no haya hecho ninguna antes. Hubo constructoras diez veces más grandes y el directivo Ferran Olivé dijo que tenía más categoría que cualquier empresa española y eso es mentira.
¿Y cómo entró a concurso?
Porque alguien la invitó a entrar. Y ahí lo dejo. Fue elegida contra la opinión de los técnicos del club con la premisa de que cumplirían los plazos más rápidos y a un precio más barato. Se sabía que eso era imposible, pero aún así, en lugar de decir, mirad chicos, nos hemos equivocado, tenemos que escuchar tonterías como que Limak es culé.
Habrá compensaciones económicas por el retraso…
Nos gastaremos 1.500 millones, y todo apunta que sin el Palau como se votó en una asamblea.
¿Es reversible la situación?
Es sostenible si se gestiona bien, con buenos profesionales y no con socios comerciales como los de Barça Productions, incluido Aramark, una empresa de cátering que nos dicen que va a diversificar su negocio, cosa que es absolutamente ridícula.
“Si la pelota entra, Laporta no tiene rival”, se suele decir.
La gestión deportiva también es un drama pero milagrosamente Flick ha conseguido que un grupo de gente muy joven con unos cuantos veteranos le sigan. Pero ha habido constantes errores de gestión, de improvisación, de llegar a todo en el último momento... Se está gestionando siempre al borde del precipicio. Un ejemplo más es la marcha injustificable de Iñigo Martínez en agosto...
La actual directiva
“Se ha tratado mal a los socios y se está gestionando siempre al borde del precipicio”
¿Qué le pareció la visita de Messi al Spotify Camp Nou?
Al principio muy extraña. Sin miembros de la junta, sin el presidente... Pero tras esa primera impresión me di cuenta de lo afortunados que somos los culés al tener al mejor jugador de la historia en el deporte más global y más popular, un icono que encima es culé.
¿Cuál ha de ser el papel de Messi en el futuro?
El club tiene que abrirle los brazos de por vida y encontrar la fórmula. Nosotros tenemos planes en ese sentido. Es un activo emocional y también económico.
¿Se pudo evitar su marcha?
Hubo falta de sensibilidad y planificación. Fue muy triste.
¿Ve a Messi implicándose en las elecciones?
Me cuesta verle, sinceramente. Su imagen del otro día es muy potente, entrando solo. Yo el partido de homenaje se lo haría mañana.
Le oí decir a usted que el círculo virtuoso del 2003 ha caducado...
Son de mi quinta y ha caducado. Ahora les toca a otros y los más veteranos tenemos que saber acompañar. Es ley de vida aunque cuesta asumirlo.
Laporta es el favorito...
A mí no me cuesta nada imaginar que le ganamos las elecciones.
¿En qué se basa?
Estoy convencido y así lo transmito. No se ha tratado nada bien a los socios y la gestión está plagada de operaciones inverosímiles que no tienen explicación racional.