Un Barça ilustre suda mucho su billete para octavos en Guadalajara

Guadalajara, 0 - Barcelona, 2

Flick recurre a Ter Stegen, Lamine, Eric y Pedri en una eliminatoria que decidieron al final Christensen y Rashford

Horizontal

Fermín intenta marcar entre dos defensas y el portero Dani Vicente 

Rudy Garcia / Ap-LaPresse

El Barcelona sudó su pase a octavos de la Copa. Tuvo que ganar a un Guadalajara que no le dio ni media facilidad. En un duelo muy parecido a los del Eintracht y el Osasuna, los blaugrana tuvieron que esforzarse al máximo y Flick se vio obligado a poner casi toda la carne en el asador. Lamine Yamal y Eric fueron titulares y, como Ter Stegen y De Jong, jugaron los 90 minutos y en la segunda parte tuvo que recurrir a Balde y Pedri para doblegar a un rival que hizo honor a su eslogan de fiero y noble. Hasta el último cuarto de hora no pudo deshacerse del pegajoso equipo de Primera RFEF. Es la magia de la Copa, pero un Barça ilustre, con goles de Christensen y Rashford, impuso la lógica al final, muy al final.

La afición local vivió el descanso como si estuviera en el paraíso. El Pedro Escartín celebró que el árbitro decretase el final de la primera parte con 0-0 en el marcador como si ya fuese el minuto 90. El Guadalajara, con sus limitaciones y sus armas, plantó cara al campeón de Liga y Copa y al actual líder de Primera hasta el minuto 76.

El Barcelona sabía lo que se jugaba en su estreno copero y su puesta en escena tuvo la actitud y la mentalidad adecuada. Flick dio la importancia que anunció a la eliminatoria. No se fió del duelo, a partido único. No quería el técnico alemán abdicar por la vía rápida. De ahí que no se guardó a Lamine Yamal, su diez y su as más preciado, ni reservase a Eric Garcia, su hombre de confianza, el único que lo ha jugado todo. Hizo bien porque fue del todo menos sencillo.

En el fútbol, como en la vida, existe el peligro de dar las cosas por supuestas, de no cuidar o no apostar lo suficiente lo que se quiere y se tiene, dando por sentado que caerá por su propio peso o que la suerte es eterna. Pero nunca se puede dar nada por hecho.

Le pasó al Deportivo Guadalajara que quiso hacer el agosto al vender entradas para unas gradas que no tenían los permisos necesarios. Dos de las tres (las dos más pequeñas, eso sí), se quedaron sin ocupar. Le pasó también al entorno del Barcelona, que pensó que Szczesny, que ya había jugado nueve encuentros esta temporada, repetiría como portero de la Copa. El polaco tenía más ritmo que un Ter Stegen que recibió el alta el pasado 9 de diciembre. Una semana después Hansi Flick eligió a su compatriota para defender la meta pese a que no jugaba desde mayo con el Barça y que en verano había lanzado un pulso al club sobre su lumbalgia.

Todo ese lío no se notó para nada cuando Manu Ramírez quiso sorprender en el minuto 4 con un disparo lejano para ver si sonaba la flauta pero el capitán blaugrana sí que estaba atento y saltó para atrapar el balón. Eric Garcia le cogió la idea al centrocampista del Guadalajara porque a la siguiente acción el defensa, de primeras, se inventó un cacao bombeado que puso en muchos problemas al portero local Dani Vicente, que en dos tiempos y con suspense evitó el gol.

Los ilustres secundarios del Barcelona se tomaron en serio el partido porque ya se sabe que con Flick cualquier día puede ser un examen aprobado o una oportunidad perdida. Casadó empezó como lateral derecho, Christensen de central, De Jong hacía pareja de cerebros con Bernal, con Lamine Yamal ocupando la mediapunta, y Roony (derecha) y Fermín (izquierda) repartiéndose las bandas y Rashford como referencia en ataque.

Sin embargo, el Barça, que monopolizaba la posesión, pecaba de intentar embellecer demasiado sus ataques y se topaba con las múltiples ayudas de la defensa alcarreña. El único que no se lo pensaba nada para chutar era Fermín, que siempre tiene los tres postes en la cabeza y al que no se le caen los anillos en estos escenarios.

Tampoco se amilanó Lamine Yamal, que forzó en jugadas individuales hasta tres faltas cercanas al balcón del área pero ni Roony ni Rashford le sacaron partido al balón parado. Por su parte, los locales solo pudieron salir de la cueva una vez gracias a la buena zurda de Mayo pero su pase no lo acertó a dirigir Cañizo, el héroe de la clasificación contra el Ceuta.

En el descanso intervino Flick para cambiar la cara de arriba abajo a su equipo. Solo hizo una sustitución (entró Cubarsí por Bernal) pero movió a seis futbolistas de posición en busca de una versión más reconocible. Lamine se fue a la derecha, Rashford se quedó con la izquierda, Fermín pasó a ser el 9, Roony se puso de mediapunta, Casadó se adelantó al mediocentro y Eric regresó al carril del dos. Claramente el Barça quería más desborde y la presencia en el área que le había faltado.

Y nada más saltar, Rashford tuvo dos ocasiones para hacer el 0-1 pero Dani Vicente sacó dos paradas milagrosas llenas de reflejos, primero tras una pared del inglés con Roony y después en un remate a bocajarro tras un centro de Lamine.

Pero mientras el Escartín era una fiesta, saltando y cantando, el Barcelona seguía estrellándose en la pobladísima defensa del Guadalajara. Y más se animaron cuando Christensen tenía que tirarse al suelo para evitar in extremis el remate de Cañizo o cuando el disparo forzado de Calvo se iba fuera.

A falta de 15 minutos, el duelo estaba más abierto que nunca y eso, con la diferencia de calidad, fue un arma de doble filo para los locales. Porque cuando más soñaban, Christensen los despertó de sopetón con un cabezazo. De Jong puso la pelota en el segundo palo y ahí entró el danés para acabar con la resistencia numantina de los castellanos.

Pero la eliminatoria no estaba muerta y un trallazo de Salifo le recordó a Ter Stegen que el Guadalajara no tiraba la toalla. El portero del Barça voló para evitar el empate, igual que después empomó un remate de cabeza de Cañizo. Con el tiempo cumplido y con espacios, Lamine, que jugó los 90 minutos, vio a Rashford, que regateó al portero para hacer el gol de la tranquilidad, romper su sequía y poner al Barça, ahora sí, en octavos de la Copa. 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...