El tramo final
Verstappen no atacó a Pérez, que pudo asegurar la victoria, y Alonso mantuvo la distancia con Russell para asegurar su podio número 100
A falta de media carrera (24 vueltas), con los dos Red Bull ya en cabeza, la emoción estaba centrada en si Verstappen respetaría el liderato de Pérez (le sacaba 5 segundos), en si Alonso, bien instalado en el tercer puesto, mantendría el podio del acoso de los dos Mercedes (Russell a 2s y Hamilton a 2,8s), y si los Ferrari podrían meterse en la batalla (Sainz, 6.º y Leclerc, 7.º).
Caían las vueltas, la carrera entraba en su tramo final (últimas 15 vueltas) y Pérez conservaba su liderato con similar distancia (4,5 a 5s) sobre Verstappen con un ritmo endiablado, mientras que Alonso se descolgaba definitivamente de los Red Bull, pero abría su hueco sobre Russell a más de 3 segundos. A su vez, el joven inglés se distanciaba de Hamilton (+2,8s). Sainz y Leclerc cada vez se alejaban más de la pomada.
A falta de 12 vueltas, Verstappen empezó a reportar problemas mecánicos de su coche por la radio. “Algo está mal, hace mucho ruido”, se quejaba el neerlandés, que se inquietaba, aunque tenía 14 segundos de margen sobre Alonso.
Fue una falsa alarma, porque no perdió distancia con el Aston Martin del asturiano y además llegó a acercarse a 4 segundos de su vecino de box, con el que compartía liderato (al compartir los mismos resultados, 1.º-2.º).
Solo la mejor vuelta de la carrera dirimiría quién sería primero en la general. En la última vuelta, el neerlandés apretó y se llevó el punto extra del giro más rápido. La ambición e instinto de Max no tienen límite. Sigue siendo el líder del Mundial por un punto.
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