Hamilton superó con facilidad en la salida al asturiano, que tuvo que defenderse en las siguientes curvas del acoso de Russell. El español se quedó emparedado entre los Mercedes, presionado por detrás por el joven piloto inglés y buscando el hueco para superar al siete veces campeón del mundo. Mientras, se perdía en el horizonte Verstappen, hasta que Russell reventó uno de sus neumáticos contra uno de los muros. Los restos del monoplaza quedaron sobre la pista, lo que obligó a salir al coche seguridad. Casi la totalidad de la parrilla aprovechó el momento para parar en boxes y montar neumáticos duros, salvo los Ferrari, muy retrasados, que arriesgaron manteniendo el medio.

Hamilton, que fue el primero de los pilotos delanteros en hacer la segunda parada, obligó a Alonso a entrar antes de tiempo a boxes para evitar un zarpazo del inglés. El de Aston Martin hubiera estirado la vida de sus neumáticos para montar blandos en los últimas vueltas, pero se vio obligado a utilizar los duros cuando se cumplía el giro 42. “Quiero ganar esta carrera”, confesó por radio a su equipo un insistente Alonso. El español siguió exprimiendo su monoplaza en busca de cada décima, del mismo modo que hacía lo propio Hamilton tras la estela del ovetense.

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Alonso es perseguido por Hamilton en el GP de Canadá. 

Graham Hughes / LaPresse
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