Briatore, que en los últimos 15 años desapareció del paddock de la Fórmula 1, salvo en contadas apariciones -como en el pasado GP de Emilia Romagna, el 18 de mayo-, tendrá un cargo de menos responsabilidad que el que ostentó, pero relevante en la cúpula de Alpine: captar talento, una especie de Helmut Marko, para enderezar el rumbo errático de Alpine.
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