La sesión comenzó con Norris ya marcando su dominio en las primeras vueltas, seguido de los Ferrari y de Piastri, mientras que los primeros en caer en la Q1 fueron los dos Sauber, Lance Stroll y el argentino Colapinto, con una salida de pista en su estreno en la Fórmula 1, recorriendo varios metros sobre la grava, que obligó a los operarios a limpiar el recién estrenado asfalto del circuito antes de la Q2.
La eliminación de Stroll a la primeras de cambio a los mandos del Aston Martin anticipó los problemas que se iba a encontrar Alonso en la siguiente tanda. Ni siquiera con motor nuevo, con todos los caballos del bólido verde a su disposición, el español pudo pasar el corte. En su primer intento se quedó a las puertas y en su vuelta definitiva, aprovechando el rebufo de Piastri, no mejoró la undécima plaza. “Es una posición mejor de lo esperado”, dijo por radio el asturiano, fuera de la sesión definitiva junto con los dos Alpine, Magnussen y Ricciardo.
Max Verstappen, en la clasificación del GP de Italia.
Bernadett Szabo / Reuters
Sí pudo exhibir su motor nuevo Hamilton, el mejor de los libres, en una Q2 donde marcó el mejor tiempo, aunque solo dos centésimas más rápido que Verstappen y ocho que Norris. Sainz, también con toda la unidad de potencia renovada este mismo sábado, firmó con su Ferrari un ilusionante cuarto mejor crono de cara a la lucha final en la Q3.
