Se puede debutar en una Eurocopa con 32 años y estar feliz. Como le sucede a Cristina Martín-Prieto (Sevilla, 14/III/1993) que se siente una privilegiada. Con una sonrisa, repasa una carrera inusual.
Hasta bailó La Macarena antes de un partido.
Al final cuando tienes una oportunidad así hay que cogerla con ilusión. Independientemente de la edad, es mi primer campeonato y era lo que siempre he querido. Se me ve, lo estoy disfrutando como una niña chica. Y lo mejor es que estoy siendo yo. Si el espectáculo es dentro del campo, mejor, pero si no intento darlo fuera.
¿La juventud es un estado mental?
No me siento de 32 años. Todavía las piernas responden y yo respondo. La verdad es que estoy rodeada de un grupo muy joven y, quieras que no, eso te contagia.
Cuando me llamó Montse estaba literalmente en el sofá de casa. Había tenido entrenamiento y estaba a punto de empezar a cenar”
¿Pasó del sofá a la selección?
Fue tal cual. En febrero una compañera no pudo quedarse en la concentración y cuando me llamó Montse estaba literalmente en el sofá de casa. Había tenido entrenamiento y estaba a punto de empezar a cenar. Recibí la llamada y al día siguiente, para Madrid. Quise llevarme la cena para llevar pero no había vuelo (se ríe).
Antes, en octubre del 2024, tuvo la primera llamada. ¿Cómo fue?
Respondí muy bien en mi club (acababa de fichar por el Benfica del Sevilla). En cuanto vi que estaba seleccionada a los primeros que llamé fue a mis padres. Pero de hecho no me dio tiempo de darles la noticia porque ellos lo habían visto ya. Ellos saben los sacrificios que hemos hecho todos en casa para poder estar aquí.
¿Veía ese que no era para usted? ¿O nunca es tarde?
En los dos últimos años me había quitado de la mente el poder ser seleccionada pero en el fondo nunca dejaba caer la toalla. No creo que haya sido tarde, podría no haber llegado nunca. No pasaba por mi cabeza pero la toalla nunca tocó el suelo.
En los dos últimos años me había quitado de la mente la selección pero en el fondo nunca dejaba caer la toalla, nunca tocó el suelo”
Después de los Juegos Olímpicos, tras perder el partido por el tercer puesto, Tomé cree que falta remate y la busca a usted. ¿Es bueno tener un plan B para cuando falla el A?
Nosotras somos un equipo al que nos gusta mucho el balón y tenemos un centro del campo que casi es de oro pero es bueno tener todo tipo de alternativas. Hay partidos que quizás se traban un poquito más y tengas que tirar de otras opciones. El juego del balón en largo me gusta y me viene bien.
¿Se siente cómoda en el rol de revulsivo?
Sí, yo vengo aquí y sé perfectamente cuál es mi rol. He trabajado para eso. Creo que todas vamos en beneficio de la selección y lo primero que hay que saber es cuál es tu rol. Yo vengo contenta.
¿Le favorece ser distinta?
Buf, al final yo soy este tipo de delantera y no sé si es bueno o malo. Hay jugadoras que les gusta el desplazamiento y otras más el balón al pie, creo que la variedad es buena.
Tenemos un centro del campo que casi es de oro pero es bueno tener alternativas. Creo que la variedad es buena”
Son unas cuántas las que juegan en el extranjero. ¿Qué les aporta?
Depende, yo en Portugal, en el Benfica, a la entrenadora que tenía le gustaba mucho el balón, tipo el Barcelona. Así que no he visto gran diferencia como por ejemplo en Inglaterra o Estados Unidos donde el fútbol es más físico. Yo vengo de un club donde gusta la bola y los espacios reducidos y parece que no me he ido de aquí.
¿Valoran más las cosas cuando se está fuera?
Aunque esté cerca, en Portugal, me alegra hasta cuando veo una matrícula de coche española. Siempre es bonito la selección, regresar a casa con los tuyos.
Son 30 goles en el Benfica en su primer año, mejor jugadora y campeona de liga. No es mala carta de presentación.
De verdad te digo que no pensaba que se me iba a dar tan bien. Si me llegan a decir estos números al inicio, le digo a esa persona que está loca. Pero ahora lo que pasa es que tengo que superarlo (risas).
Para una delantera siempre es bueno que entre la pelotita. Es mejor que te recuerden por los goles que marcas que por los que fallas”
¿Hay que tener duende para el gol?
El otro día lo hablaba con Esther. Ella y yo siempre hemos hecho goles. Para una delantera siempre es bueno ese olfato y que entre la pelotita. Vivimos de marcar y es mejor que te recuerden por los goles que marcas que por los que fallas. Que continúe así.
Este curso lleva ocho goles de cabeza. ¿Lo practica?
Tengo que decir que, a pesar de mi envergadura, como iba con tanta fuerza, a veces no controlaba el remate. Lo estoy practicando más. Aunque creáis que no, me supone dificultad porque a veces me como la pelota.
¿Se va enfadada a casa si marca pero pierde?
Siempre te vas te vas triste cuando no ganas. Es mejor una victoria, soy ambiciosa y competitiva. Cuando pierdes, te vas con la sensación de que se podría haber hecho más. Si es encima por mi culpa, por una ocasión o un uno contra uno que he tenido, estoy un más de un par de horitas dándole vueltas.
Mi abuela tuvo que aguantar los pelotazos de la nieta. Yo creo que los enfados que le causé. Al final ahora estoy pegando los pelotazos en una Eurocopa”
¿Ha caído en desuso el ariete, del 9 clásico?
Es mi puesto y tengo que estar ahí. La que centra también entrena los centros. Los delanteros entrenamos para estar en esas circunstancias. Sinceramente creo que se nos valora. Si te ponen un centro que es un caramelito siempre van a premiar el centro antes que el remate o haber llegado a poner el pie. Pero el gol es lo que te da la victoria, el empate o la euforia de poder celebrar.
Ahora se les pide hacer de todo y ya no solo empujar a gol.
Sí, la verdad que el típico delantero que se queda fijando a los centrales se ve poco. Estamos pidiendo demasiado pero yo todavía me baso en lo tradicional, que es estar cerquita del área y no moverme mucho de ahí.
Dedica los goles al cielo, a su abuela. ¿Por qué?
Mi abuela no lo había mamado porque a mi padre, de niño, no le ha gustado el fútbol. Pero tuvo que aguantar los pelotazos de la nieta. Al final ahora estoy pegando los pelotazos en una Eurocopa. Yo creo que los enfados que le causé ya me los habrá perdonado. Ella escuchaba, se asomaba, veía que era la nieta y decía: ‘Vale, vamos a callarnos’. Seguro que está orgullosa y contenta: aquellos pelotazos valieron para algo.
En el Tenerife compaginaba el fútbol con una tienda. Vinieron mis padres 20 días de vacaciones y los vi dos tardes. Ahí dije basta”
¿Cuándo vio que iba a vivir del fútbol?
Yo en Tenerife compaginaba el fútbol con un trabajo en una tienda. Esto no era profesional todavía y tenía que buscarme un complemento porque sabía que el fútbol no era todo. Dejé aparcados los estudios y me puse a trabajar. Era un momento en que si sí o si no con el fútbol.
¿Cuándo lo dejó?
Vinieron mis padres 20 días de vacaciones a la isla y creo que los vi dos tardes. No pude estar con ellos y dije: ‘No puedo más’. Me dije, mira, no sé si voy a vivir del fútbol o no pero quiero disfrutar. Dejé el trabajo y a los pocos meses se firmó el convenio profesional, el salario mínimo, tener unas condiciones buenas. Creo que el paso lo di bien, a la vista está.