Este verano ha sido sin duda el más complicado para Marc Vivés (Barcelona, 1975) desde su llegada a las oficinas del FC Barcelona a finales del 2023. El director deportivo del equipo femenino se ha visto obligado a afrontar el mercado de fichajes bajo la austeridad impuesta por la política de recortes del club. Solo ha habido un refuerzo, el de Laia Aleixandri, para contrarrestar una larga lista de salidas.
¿Cómo ha afectado el fair play a la planificación de la temporada?
Las limitaciones son evidentes, no nos vamos a esconder. Hemos tenido un ajuste considerable en cuanto a incorporaciones y salidas para buscar este equilibrio, para hacer la mejor plantilla con la masa salarial que tenemos. No puedo decir que he ido tranquilo porque, evidentemente, ha sido una gestión compleja en algunos sentidos, pero estoy contento con cómo ha quedado la plantilla.
Si todo el mundo aspira a tener los mejores salarios del mercado, no será posible”
¿No es injusto que el femenino tenga que pagar las consecuencias?
El escenario, nos guste o no, es el que es. Y cuando no puedes decidir, hay que adaptarse. Ojalá que el fútbol no funcionara de este modo, ojalá no nos penalizara como lo está haciendo, no solo a nosotras, a todas las secciones, pero a día de hoy funciona así. Esperamos que con el tiempo existan otras fórmulas que nos ayuden a darle la estabilidad y la proyección que se merece el fútbol femenino.
¿Cómo se afronta una temporada con tan solo 17 fichas ?
Entiendo las dudas. Al final serán 18, porque Schertenleib tendrá ficha del primer equipo. Evidentemente me gustaría tener más soltura económica para incorporar a jugadoras, pero también tengo claro que nuestro objetivo sigue siendo la Masia y esta es una oportunidad muy chula para que jugadoras de talento dentro de tres o cuatro meses las veamos como jugadoras del primer equipo.
El filial también ha tenido bajas y con muchas de ellas en dinámica del primer equipo, ¿puede verse comprometido?
Esto lo veremos a final de temporada. También está el juvenil y el objetivo del filial no es otro que mantener la categoría y formarlas. Dejemos pasar el tiempo.
¿Todas las salidas se explican por motivos económicos?
Hay jugadoras que se han ido por un tema económico, otras por rendimiento, pero va ligado. No tengo problemas en hablar claro, yo tomo la decisión con Fridolina Rölfo. Considero que su rendimiento el año pasado no fue bueno, tiene una ficha alta y decidimos priorizar a una jugadora de un perfil más joven.
Han demostrado ser un colectivo que siempre se supera ante las adversidades”
¿Hay plantilla para seguir teniendo un equipo competitivo?
No es el escenario ideal, no lo negaré, pero podemos aspirar a todo. El Barça sigue siendo un equipo puntero. La exigencia es la misma porque las propias jugadoras así lo piden.
¿Cómo ha afrontado los recortes un vestuario que ha tenido que luchar tanto por alcanzar mejores condiciones?
Son profesionales. Ante estas circunstancias yo las veo con la misma mentalidad y eso me tranquiliza. Han demostrado que es un colectivo que se supera frente a las adversidades. Sigamos dándole confianza al equipo porque no han demostrado lo contrario.
Esta exigencia puede jugarle en contra. ¿Cómo se convence a futbolistas como Aitana Bonmatí para que se queden en un escenario tan incierto?
Con hechos, no palabras. Mientras ellas vean que en los entrenamientos hay calidad, que en los partidos se compite... Al final, los hechos ponen todo en su sitio.
Si el Barça no mete gasolina cuando el resto lo está haciendo, puede quedarse atrás...
La gasolina también debes ponerla en la dirección adecuada. No quiere decir que cuanto más gastes, mejor equipo tendrás. Lo de gastar más no es nuestra forma de entender el fútbol. Nunca podremos gastar lo que gastan los demás y esto no quiere decir que no sigamos siendo igual de competitivas.
Están construyendo equipos muy potentes, pero ahora tienen que hacerlos jugar. Nosotros ya tenemos una identidad
¿Es posible retener así a jugadoras como Alexia Putellas, una de las ocho que acaban contrato este año?
Si todo el mundo tiene la aspiración de tener los mejores salarios que hay en el mercado no será posible. Pero si encontramos un equilibrio y no sólo valoramos el tema económico sino que valoramos todo el proyecto y todo lo que es el Barça, entonces veremos. No es política nuestra entrar en salarios no digo desproporcionados porque el mercado lo paga, pero lo que está claro es que nosotros no podremos pagar. Esto no quiere decir que las jugadoras se vayan, porque las jugadoras también tienen que valorar otras cosas, no solo el dinero.
Por lo tanto, si quieren quedarse aquí, ¿deberán adaptarse?
Cada caso es diferente, pero deberán ser renovaciones ajustadas al presupuesto que tenemos.
¿Cree que hay una burbuja en el fútbol femenino?
No me atrevería a decirlo, lo que está claro es que el mercado se ha disparado en muy poco tiempo. Lo hemos visto ahora con el ejemplo de Lucía Corrales: que el mercado ya esté dispuesto a pagar 530.000 euros demuestra que el fútbol femenino va al alza. Cuando llegué firmamos el traspaso de Pajor por 400.000 euros y ahora por una jugadora del filial han pagado 500.000 y ya se han visto traspasos de millón y medio.
¿Teme que esto explote?
No lo sé, los salarios han aumentado exponencialmente y no tengo tan claro que esto sea sostenible durante mucho tiempo.
Al filial también le afecta. ¿Cómo piensan retener el talento?
No podemos caer en la trampa de que las jugadoras jóvenes tengan ya la aspiración de cobrar dinero porque si entramos en este escenario nos estamos perjudicando. El convencimiento pasará por lo que demostremos en el terreno de juego y quien quiera ser futbolista, crecer y pasárselo bien, siempre tendrá cabida. La que tenga la pretensión de cobrar mucho dinero no tendrá sitio en el Barça.
Su predecesor en el cargo, Markel Zubizarreta, está detrás de algunas de las salidas de este verano (Engen, Jana…). Tiene el dinero de Michelle Kang (propietaria del grupo del Lyon) y conoce muy bien el Barça ¿Lo considera una amenaza?
Yo lo veo como un reto personal, una motivación. El dinero es importante, pero no lo es todo. Ya veremos cómo les va a ellos. Están construyendo equipos muy potentes, pero ahora tienen que hacerlos jugar. Nosotros ya tenemos una identidad, tenemos una forma de hacer y de ser y esto es lo que me da la confianza de que seguiremos compitiendo.