Rafael Louzán ya tiene su primer 'no' desde que asumió la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). A escasos días de que se celebre, un año más, la Supercopa de España en Arabia Saudí, el dirigente del ente federativo planteó un sorteo de 47 invitaciones entre clubs no profesionales de un viaje gratis para acudir a este torneo y estar a lo largo de toda la semana en el país árabe.
Una de las entidades que se ha negado en rotundo a formar parte de este sorteo es la Unió Esportiva Olot, que milita en la Segunda RFEF y que disputó la segunda ronda de la actual edición de la Copa del Rey contra el Sevilla. Tras darle traslado de este rechazo a Louzán, el equipo de La Garrotxa emitió un comunicado al respecto: “Manifestamos, con todo el respeto pero con total claridad, la negativa a participar en sorteos de posiciones de privilegio”.
Desde la RFEF se defiende este viaje con todos los gastos pagados como un gesto hacia las entidades más modestas para que les sirva para “participar en reuniones de trabajo” en las que puedan expresar sus “inquietudes”.
El club olotí reclama “un cambio que evite el clientelismo” y considera que esta práctica “lo fomenta” porque, además, “genera desigualdad”. Al mismo tiempo, subrayan que alimenta un “lenguaje equívoco que sitúa al fútbol no profesional como máximo beneficiario de decisiones que comportan la promoción de culturas y países con una base social muy débil”.
Por ello, el Olot pide “reconsiderar este tipo de decisiones y buscar alternativas alineadas con los valores del deporte y la búsqueda de la eficiencia”. Desde esta posición, la entidad catalana mantiene su voluntad de “representar a los clubs no profesionales en la Asamblea General de la RFEF para defender un cambio en el sistema organizativo de la Federación”.
De hecho, hace tiempo que el club insta a “otorgar al fútbol catalán más representatividad” y defiende “la ”igualdad de oportunidades de jugadores y jugadoras catalanas con respecto al resto de comunidades para promocionar su talento".
En el comunicado, también denuncian una “gestión económica ineficiente con muchos recursos dedicados a unos pocos beneficiados”; una “falta de transparencia que pone en duda el sometimiento de decisiones como esta -la de la invitación- al sistema de compliance” y “poca profundidad en el análisis de ganancias, gastos, superávit y de la desmesurada tesorería de la Federación donde buscar recursos para la mejora del fútbol no profesional”.
