La investigación por las supuestas apuestas ilegales del central del Sevilla Kike Salas sigue su curso y, según publica El Confidencial, han aparecido nuevas pruebas contra el futbolista en su móvil, donde han aparecido mensajes que lo inculparían. El jugador habría utilizado cuentas falsas para apostar él mismo a sus propias tarjetas, algo que es completamente ilegal y muy perseguido.
Según esta información, los investigadores han hallado pruebas de que Kike Salas se concertó presuntamente con varios amigos para forzar tarjetas amarillas y ganar dinero con apuestas deportivas ilegales. Mensajes intervenidos por la Policía Nacional demuestran que el futbolista avisó a su entorno de que sería amonestado en al menos cinco encuentros de Primera División de la temporada 2023/24 y se repartió con ellos las ganancias que obtuvieron.
Salas, cuyo salario anual era entonces de 360.000 euros fue detenido el pasado 14 de enero
Salas, cuyo salario anual era entonces de 360.000 euros fue detenido el pasado 14 de enero y llevado a un juzgado de Morón de la Frontera, su pueblo natal, donde se negó a declarar, quedando en libertad a la espera de ser citado por el juez para ser interrogado como imputado. La investigación corre a cargo del Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (Cenpida, adscrito a la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta) y ha podido dar un giro de 180º, puesto que en un principio solo se señalaba al entorno del jugador como los beneficiarios de las apuestas.

