Sin brillo, como está siendo la tónica de este primerizo Mundial de Clubes, el Manchester City se deshizo del Wydad Casablanca en un partido con poca historia (2-0) y mucho bostezo sobre el césped del Lincoln Financial Field de Philadelphia. Un gol de Foden y otro de Docu sirvieron para dar carpetazo al debut de los de Pep Guardiola, que presenció tranquilo sentado en su banquillo la actuación de los suyos, destacada por los estrenos de algunos de los fichajes de relumbrón (se gastó 350 millones entre enero y junio) que han efectuado para esta competición.
De inicio, salieron Cherki (36,5) y Reijnders (55), el primero de ellos en una posición poco usual, de falso nueve. No fue un City fluido, que incluso tuvo menos ocasiones de los marroquíes en la primera mitad, aunque su dominio en las áreas se impuso. Foden abrió el marcador en el minuto tres. Un centro de Doku desde la izquierda que rechazó la defensa, pero el tiro de Savinho, mal despejado por Benabid, le llega a Foden que, con el meta vencido, solo tiene que empujarla a la red con la zurda.
Todos esos nervios del tropiezo, como le ha ocurrido a clubes como Inter de Milán o Dortmund, que no pasaron del empate ante rivales de menor nivel, se disiparon de un plumazo. El City jugó la mayor parte de la primera parte en campo contrario, pero de nuevo mostró carencias en el balance defensivo. Cada pérdida era una puerta abierta para al Wydad, que tuvo sus ocasiones. En el minuto 11, un centro incisivo de Moufid no lo cazó Mailula. Y en el 22, los africanos tuvieron las ocasiones más claras, con un doble recorte de Lorch que no atinó en el pase atrás. Y otro error de Vitor Reis, minutos después, dejó de nuevo a Lorch solo ante Ederson, que impidió el empate.
El City, que también había tenido las suyas, como un remate de Savinho que detuvo en una gran intervención el meta del Wydad, encontró el premio de la forma más inesperada, en un córner sacado por Foden y rematado por Doku en el segundo palo. Era el 2-0. Alfombra roja a la victoria.
Tras el descanso, todo estaba decidido. El estadio presentaba una gran entrada y, en ocasiones, hasta mostró su descontento porque el marcador no se movía y el juego era plomizo. Atacaba el sol más que los equipos, y hasta Haaland mostraba un rojo marbellí en su rostro.
Lo importante estaba en el regreso de Rodrigo Hernández, que disputó más de 30 minutos después de disfrutar de siete minutos ante el Bournemouth en la última jornada de la Premier.
A falta de dos minutos para la conclusión, el colegiado expulsó con roja directa a Rico Lewis por una entrada agresiva en la que tocó el balón pero con la otra pierna arrolló al jugador marroquí. La pimienta a un partido soso, soso.