El Grimsby Town, un equipo de una pequeña ciudad costera de menos de 90.000 habitantes, se ha hecho un hueco en la historia de las grandes gestas del fútbol inglés tras eliminar al Manchester United de la Carabao Cup. Los locales, que llevan décadas entre la quinta y la cuarta división, consiguieron llevar el partido a los penaltis y tumbar a los Red Devils, en un episodio funesto más para los de Rúben Amorim.
El partido empezó como nadie lo habría esperado, con un 2-0 a favor del Grimsby, que obligaba a todo un Manchester United a tener que ir a remolque en el marcador. Los visitantes consiguieron empatar el partido en los últimos 15 minutos con goles del recién llegado Bryan Mbeumo y Harry Maguire, llevando el partido a los penaltis. En la tanda, los fallos de los nuevos fichajes, Matheus Cunha y el goleador Mbeumo, condenaron a los Red Devils, que fueron eliminados de la Copa de la Liga en la segunda ronda.
Los aficionados del Grimsby invaden el Blundell Park tras la histórica gesta
Tras la tanda de penaltis, los 8.647 espectadores presentes en el pequeño estadio de Blundell Park enloquecieron, provocando una invasión de campo para celebrar lo que ya es una gesta histórica en este deporte. Ambos equipos no se enfrentaban desde 1948, y lo han vuelto a hacer este año debido a que el United no se clasificó para ninguna competición europea la temporada pasada, lo que le obligó a tener que disputar la segunda ronda de la Carabao en vez de saltársela, como suelen hacerlo los mejores equipos de la Premier League
El United disparó nueve veces a puerta y tuvo el 70% de la posesión, frente a los cuatro tiros a puerta y el 30% de posesión del Grimsby Town. Sin embargo, el técnico del United, Rúben Amorim, declaró a la BBC que “ganó el mejor equipo; el único que estuvo sobre el campo”. Con esta derrota, el Manchester United se despide de su primer torneo, todavía en el mes de agosto.
La humildad del Grimsby Town, actualmente cuartos en la cuarta división inglesa, se hizo notar durante el postpartido, cuando algunos de sus jugadores declararon con satisfacción tras haberse clasificado. Su portero titular y uno de los héroes de la noche, Christy Pym, confesó estar “medio enfadado” tras la victoria, ya que aseguró ser un aficionado más del Manchester United.
El Manchester United sigue en caída libre
La debacle del Manchester United sigue cada vez más profunda, en un inicio de temporada en el que a su técnico, Rúben Amorim, no le están saliendo las cosas. De momento, los Devils han empezado la liga con una derrota y un empate, apenas pudiendo rescatar un 1-1 contra el Fulham y tras haber perdido 1-0 frente al Arsenal en sus dos primeros partidos de la Premier League, lo que los deja en la 16ª posición de la tabla.

Bruno Fernandes, la estrella del United, durante los penaltis
En la temporada pasada, el United finalizó en el puesto número 15 de 20 en la liga, quedando fuera de cualquier competición europea y por debajo de equipos con un presupuesto mucho menor. Su entrenador, el portugués Rúben Amorim, no está consiguiendo hacer funcionar al equipo, pues lleva tan solo 28 puntos en sus primeros 29 partidos con el United, mientras que su antecesor, el holandés Erik Ten Hag, había conseguido 56 para entonces.