El derbi de Manchester es una pantomima

Premier League

Con un efectivo Haaland, autor de siete goles en cinco días, un sensorial Docu y un gran estreno de Donnaruma, el City pasa por encima de un United que sigue sin levantar cabeza (3-0)

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Haaland celebra uno de los goles que le endosó al United en el derbi de Manchester.

ADAM VAUGHAN / EFE

Lo vivido en el City-United es todo lo contrario al calor, arrojo y efervescencia que se presupone en un derbi, ya sea en Liverpool, Londres, Barcelona, Milán o Manchester, ciudad que desde hace ya varios años vive solo con la luz de un club aunque estos enfrentamientos hayan traído sorpresas. No fue este domingo. Seguirá siendo desequilibrado por lo visto este curso. Mientras el equipo de Pep Guardiola, que no ha empezado demasiado bien, carbura tras un año de barbecho y cambios; el de Amorin sigue inmerso en un laberinto sin salida y suma cuatro puntos en los mismos encuentros.

A los 20 segundos, Haaland ya había disparado a puerta. Lejos de ser anecdótico, fue un síntoma de lo que esta por venir, de la fragilidad de un United que no encuentra ni a sus estrellas ni el sistema pese a los 250 millones invertidos. 

El guion del partido quedó claro desde el comienzo. Guardar y lavar la ropa para los Diablos Rojos, quienes intentaron cerrarlo les espacios por dentro al City y salir al contraataque. Y probaron a Donnaruma, que se estrenaba tras su marcha del PSG de Luis Enrique, quien tuvo que intervenir en dos ocasiones antes del 1-0 de Foden. Un gol que refleja la espontaneidad del juego.

Doku, anclado en el extremo derecho, hizo buena la dicha de que no hay nada más punzante que un extremo rápido, eléctrico y con calidad reciba entre líneas, encarando a los centrales. El belga sorprendió por dentro, se metió en el área tras sortear a dos rivales y, al segundo intento, centró al corazón del área para que Foden, llegador puro, cruzara de cabeza la meta de Bayindir.

Con el 1-0, el City empezó a carburar. Las conexiones neuronales de sus jugadores empezaron a reconocerse antes en el campo, con ataques hilvanados y prometedores como aquel equipo de Guardiola que conquistó Europa. Reijnders fue indetectable, pudo iniciar jugadas como finalizarlas, pero su remate fue manso en el 24'. No llegaba el segundo por mucho que los 'citizens' lo intentaran. Y entonces apareció el hombre de la semana.

Haaland venía de marcarle cinco goles a Moldavia con la selección y siguió atinado en sus remates. El primero, en el 52', un tiro cruzado a pase de nuevo de Doku, asistente fundamental de los de Guardiola. Haaland come salmones al ritmo que marca goles y, apenas un cuarto de hora después, un pase de Bernardo Silva lo dejó solo de nuevo ante Bayindir para hacer el 3-0. Entre medio, incluso, estrelló un remate al palo y otro a las manos del guardameta.

Con el partido ya decidido, el City se replegó y el United se lanzó, sin orden pero con talento, al ataque. Ocasiones aisladas para un seguro meta italiano, que lo celebró con una sonrisa, como todo el Etihad.

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