“Oportunidad de colaboración confidencial”. Hace unos días el periodista deportivo australiano Neal Gardner, con 169.000 seguidores en X, recibió un correo electrónico en su bandeja de entrada con ese título, que lejos de ser spam, era una propuesta sería de trabajo de lo más inusual. El mensaje procedía de una agencia de publicidad creativa y la propuesta era una “colaboración potencial” en la que Gardner recibiría una remuneración si estaba dispuesto a actuar, en secreto, como influencer en las redes sociales en favor de Ousmane Dembélé, el delantero del París Saint-Germain, para que ganase el Balón de Oro.
“Estamos explorando una campaña de un mes de duración diseñada para suscitar el diálogo y reforzar la narrativa en torno a la candidatura de Ousmane Dembele al Balón de Oro”, explicaba el correo electrónico”. En concreto, la propuesta era que publicase “tres tuits semanales cuidadosamente elaborados” que destacasen las bondades del futbolista francés.
El correo electrónico procedía de una empresa llamada Bangrr International, con sede en la India
“Dada su credibilidad y alcance dentro de la comunidad futbolística, su participación añadiría un peso significativo. En este momento, nos gustaría solicitar sus presupuestos para este compromiso”, concluía el mensaje, que añadía que esa iniciativa “fuese tratada con la máxima confidencialidad”. En su casa de Melbourne (Australia), Gardner no tenía ninguna intención de formar parte de esa campaña. Y lo que hizo fue hacerlo público con un tuit en el que explicaba lo sucedido. “No sé quién financia esto”, escribió, “pero creo que es absolutamente ridículo y tenía que concienciar a la gente”.
The Athletic contactó con el entorno de Dembélé para saber si tenían conocimiento de tal campaña. La respuesta fue negativa. Finalmente descubrieron que el correo electrónico procedía de una empresa llamada Bangrr International, con sede en la India, que se describe como un “centro neurálgico de marketing, publicidad y contenidos de última generación”.
La empresa culpó a una becaria de 18 años de los sucedido
La explicación de la empresa fue sorprendente. Aseguraron que quien lo escribió fue una becaria anónima de 18 años que actuó sin el conocimiento de sus jefes por simple curiosidad, para averiguar cuánto podría cobrar por una campaña de este tipo un escritor de fútbol con un importante número de seguidores en las redes sociales. “El becario lo vio como una oportunidad de aprendizaje para comprender un segmento diferente del panorama digital... (Y) envió un mensaje especulativo para conocer las tarifas estándar del sector”, dijo Ali Husein, director de la empresa.
Lo más extraño del caso es que Bangrr no es una agencia de relaciones públicas y no tiene experiencia previa en trabajar con clubes de fútbol, futbolistas o sus agentes. Además, la votación para el Balón de Oro ya se ha cerrado, y el ganador se anunciará durante una ceremonia de entrega en París el 22 de septiembre.
Pero este caso abre un importante debate sobre la limpieza de las campañas que se realizan a favor de los futbolistas a través de las redes sociales. Por el momento, nadie más se ha presentado para decir que también han sido contactados. La empresa ya ha pedido disculpas públicamente tanto al periodista, seguidor del Barça, como a Ousmane Dembélé.
