Guardiola se traiciona a sí mismo pero el City solo empata ante el Arsenal

Arsenal, 1 - Manchester City, 1

El equipo de Pep, ultradefensivo, ve cómo le igualan en el minuto 92 y queda a ocho puntos del Liverpool

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El delantero del Arsenal Martinelli empató con este remate

Alex Pantling / Getty

Ante la necesidad, pragmatismo. Cuando hay problemas, supervivencia. Si no se puede tirar de estilo, a resistir aunque sea como un equipo del montón y no uno singular. Es lo que hizo el Manchester City durante buena parte del partido en el Emirates. Pero a Guardiola, traicionarse a sí mismo, no le sirvió para ganar. Porque un City ultradefensivo vio cómo el Arsenal le empataba (1-1) en el minuto 92 con un remate maravilloso y parabólico de Martinelli. Un tanto que neutralizó el de Haaland. Se frota las manos el Liverpool, pues el Arsenal queda a cinco puntos del líder y el City a ocho.

El Arsenal llevó la manija, movió la pelota e intentó construir pero se topó con un rival correoso, trabajador y replegado. A Guardiola no le han de doler prendas si se dice que su City se asemejó más a un equipo de media tabla que a un conjunto que ha gastado lo que no está escrito también este verano. Su posesión apenas fue del 32,8%, la más baja de un equipo de Guardiola.

Claro que los conjuntos modestos no cuentan arriba con un delantero tan extraordinario como Haaland. El noruego inició un contragolpe, le dio el balón a Reijnders y comenzó a cabalgar como un búfalo en la sabana africana. Le sacó cinco metros al central Gabriel y esperó a que su compañero neerlandés le pusiera el pase. Reijnders lo hizo de maravilla en cuanto a espacio y tiempo y le colocó la pelota en ventaja. Entonces Haaland no perdonó para meter el 0-1 (9). 

El City tuvo un 32,8% de posesión de balón, la más baja de un equipo de Guardiola

Se trataba del décimo gol del nórdico en los últimos seis partidos, mezclando compromisos de club y selección. Un tanto que el City protegió como si fuera un tesoro. Porque Guardiola dispuso del mismo once por tercer partido consecutivo en una racha que no ocurría desde hace cuatro años. Buscaba estabilidad el catalán pero el partido no fue igual que el del United y Nápoles, ambos dominados por el City. Contra el Arsenal les tocó remar, con apenas un 33% de posesión hasta el descanso.

Achicando agua y protegiendo a Donnarumma, que se imponía en los balones aéreos. El Arsenal tenía mucho balón pero no encontraba a sus puntas. Solo Madueke con un chut al poste bordeó el empate en el primer acto.

Los ‘gunners’ necesitaban más madera y tenían en el banquillo a Saka, dispuesto a reaparecer tras unos problemas físicos. Lo metió Arteta ya en la reanudación junto con Eze, que estuvo cerca de empatar en pleno acoso local. Claro que Haaland perdonó el 0-2 en una de las contadas contras del City, que se recogía en un 5-4-1. Y más con la salida de Aké por Foden. Verlo para creerlo. Aunque seguro que Pep se ha cansado ya de recibir bofetadas como el 5-1 de precisamente el Arsenal la temporada pasada. Incluso retiró a Haaland para colocar a Nico González y a O’Reilly para meter a Stones. Batallón de músculos y de centrales. No le sirvió para ganar porque al final con el gol de Martinelli recibió un justo castigo por su cicatería. Primera vez que un equipo de Guardiola está cinco partidos sin ganarle a un rival.

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