Gerard Piqué, ex jugador del Barcelona y máximo accionista del Andorra, se expone a una fuerte sanción por los insultos que dirigió al colegiado terminado el Andorra-Mirandés de LaLiga Hypermotion jugado ayer en el Nou Estadi d'Encamp y que acabó con empate (1-1). Según el acta del colegiado aragonés Alonso de Ena Wolf, Piqué, Jaume Nogués Llorens (director deportivo) y Carlos Manso Rubio (director general), le insultaron a voz en grito y a escasos centímetros en el túnel de vestuarios.
El redactado del acta es el siguiente: “Una vez finalizado el encuentro, y estando en el túnel de vestuarios, se dirigió a mi asistente n°1 D. Jaume Nogues Llorens, a viva voz y de forma agresiva, con los siguientes términos: ‘sois unos sinvergüenzas, esto es una vergüenza’. Esta situación conlleva a que D. Gerard Piqué Bernabéu se aproximó a escasos centímetros del asistente n°1, a voz en grito y en actitud intimidatoria, realizando observaciones sobre las decisiones arbitrales. Asimismo, D. Carles Manso Rubio se dirigió al mismo asistente n°1 en los siguientes términos: ‘hijo de puta, hijo de puta”.
El acta añade: “D. Carles Manso Rubio se dirigió al mismo asistente nº1 en los siguientes términos: “hijo de puta, hijo de puta”. En ese momento. D. Jaume Nogues Llorens y D. Gerard Piqué Bernabéu se acercaron a mi persona, formulando objeciones arbitrales en tono amenazante. En concreto, D. Jaume Nogues Llorens manifestó: “menuda vergüenza. No tenéis vergüenza”, a viva voz, debiendo ser nuevamente apartado por la policía”.
La sanción
La multa podría ser de 30.000 euros
El Comité Disciplinario de la Federación podría imponer a Piqué una multa que oscila entre los 3.000 y los 30.000 euros en base a dos artículos, el 99 relativo a 'Insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas', por “Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al/a la árbitro/a principal, asistentes/as, cuarto/a árbitro/a, directivos/as o autoridades deportivas”, o más grave de aplicarse el 100: “coacciones y amenazas” y donde establece una multa por “amenazar o coaccionar a las mismas personas que enumera el artículo anterior”.
El enfado de Piqué y sus directivos vino como consecuencia de un penalti muy protestado a favor del Mirandés. El colegiado lo pitó después de que el VAR confirmara su decisión. El Mirandés marcó y el 1-1 ya no se movió.