No fue el único cambio que introdujo el seleccionador español, que modificó la delantera del último partido frente a Dinamarca al completo volviendo a situar a Mariona Caldentey por la izquierda, recuperando a Esther en punta y saliendo de inicio con la goleadora del último duelo, Marta Cardona. Y por último, después de tres partidos en los que casi todo el peligro de los rivales se había colado por la banda izquierda, Vilda decidió cambiar a Leila Ouahabi y alinear en su lugar a Olga Carmona, todo un acierto. La sevillana desquició a una de las estrellas de Inglaterra, una Mead que a los 25 minutos se cambió de banda por Hemp, incapaz de superarla por este costado.
España jugó a un gran nivel, supo aguantar el tirón inicial, cuando Inglaterra tuvo la posesión del balón, y a medida que avanzaban los minutos fue ganando confianza y atreviéndose a subir más al ataque ante una Inglaterra que se frustraba por momentos, incapaz de marcar. Pero el equipo de Sarina Wiegman no era el único que tenía problemas para perforar la portería rival. A pesar del gran partido que estaba haciendo, la roja no lograba ver portería. Jorge Vilda mandó calentar a Athenea del Castillo, que sustituyó al descanso a Marta Cardona. Y de sus botas saldría en el 54 la asistencia del gol que pondría a España por delante en el marcador. Esther González, anulada por Bright durante la primera parte, recibió, controló y remató con un disparo cruzado al fondo de la portería de Earps. Inglaterra encajaba su primer gol en toda la Eurocopa y España debía jugar con su ansiedad para mantenerlas fuera del partido.
Al menos le quedará el consuelo de haber caído con dignidad contra una de las más grandes adversarias. Una Inglaterra que aspira a todo, que rebosaba confianza en todas sus futbolistas desde el primer minuto del calentamiento. Una selección que tiene a la afición volcada con ellas, que vibró con sus jugadoras en cada pase y las empujó hasta la victoria. Un equipo que ya había ganado antes de que el balón comenzase a rodar con esas miles de gargantas coreando los nombres de sus estrellas. Unas estrellas que esperan seguir su viaje hasta Wembley y coronarse, por primera vez en su historia, campeonas de Europa.
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