“Es un día de alegría para nosotros”, explicó uno de los participantes en la rúa futbolística, mientras que otro, seguidor de la Argentina de Leo Messi, aprovechaba para denunciar las “difíciles” condiciones laborales. Una opinión que enlaza con la postura de varias oenegés, principales portavoces de la pésima situación de los trabajadores inmersos en las obras de los estadios del Mundial y de las miles de muertes derivadas de estas condiciones desde que la FIFA adjudicó el torneo en el 2010 al emirato del Golfo Pérsico. 

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