Iñaki Williams, que en los primeros veinte minutos de partido se tuvo que esforzar más en tareas defensivas, participaría en la primera ocasión de peligro de las 'estrellas negras'. Un robo de Ayew que se asoció con el jugador del Athletic en una gran ocasión para la selección ghanesa, que pareció despertar gracias a esta ocasión. Un minuto después, el mismo Ayew se encargaría de servir una peligrosa falta al corazón del área que, mal defendida por la defensa coreana, acabaría pescando Salisu para enviarla con rabia al fondo de la red adelantando a los africanos.
El gol cambió por completo el guión del partido. Ghana tomó las riendas del encuentro y buscó con insistencia el segundo ante una Corea completamente noqueada. Así, diez minutos después del primer tanto, Kudus ampliaría distancias con el 0-2 gracias, una vez más, a la asistencia de un inmenso Jordan Ayew. El delantero del Crystal Palace fue, sin duda, uno de los mejores de Ghana en la primera mitad e incluso se atrevió a la salida de un córner a probar con el gol olímpico.
Las fuerzas se fueron igualando un poco hasta el descanso, pero Corea no se llegó a reponer del todo del terrible mazazo que supusieron los dos goles de Ghana en tan solo diez minutos. El panorama cambiaría por completo tras el paso por vestuarios. La entrada del jugador del Mallorca Kang-in Lee revolucionaria el ataque coreano y, en el primer balón que tocaba, robó el balón y la puso para que Gue-sung Cho recortase distancias con el 1-2 en el 58. Solo dos minutos después el coreano se marcaría un doblete para igualar el marcados entrando desde atrás y cabeceando con potencia el balón al fondo de la red. 2-2 y media hora por delante para decidir al vencedor en un tramo final de auténtico infarto.
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