Livakovic extradita a Brasil del Mundial

Explicar lo inexplicable nunca fue tarea fácil. Se ha convertido Croacia en un equipo indescifrable, capaz de sobrevivir en los peores escenarios, ninguno como el que vivió este viernes. Tras pasear por la cornisa durante todo el partido, equilibrada solo por Livakovic, indiscutible mejor portero del Mundial, fueron capaces los balcánicos de levantar un gol en contra en la segunda parte de la prórroga y volver a salir airosos de una tanda de penaltis, como ante Japón en octavos. Finalista hace cuatro años en Rusia, Croacia repetirá en semifinales en Qatar tras dejar en la cuneta a Brasil, una de las grandes favoritas al título, que acabó pagando su racanería inicial y chocando contra el muro de Livakovic después. Se sintió la verdeamarela clasificada cuando Neymar, tras 104 minutos de casi nada, batía por fin a Livakovic tras una pared con Paquetá. Era su gol 77 con Brasil, los mismos que firmó Pelé. Algo confiado, el equipo de Tite no se cubrió bien las espaldas y lo pagó caro, con el gol de Petkovic que señalaba la tanda de penaltis. No falló ninguno Croacia y, en cambio, sí lo hicieron Rodrygo, que chocó con Livakovic, y Marquinhos, que lo hizo con el poste para desatar las lágrimas de la pentacampeona. De nuevo la resiliencia de Croacia había triunfado. La puesta en escena de la canarinha ya no fue buena. Salió destensada, como si con las estrellas del escudo le valiera y sobrara para pasar de ronda. Si el pasado sirve de algo no se notó. Eliminados en cuartos de final en tres de los últimos cuatro Mundiales –ya son cuatro de cinco–, siempre ante rivales europeos (Francia en 2006, Holanda en 2010, Bélgica en 2018 y ahora Croacia), poco pareció importarle a los de Tite que la mera presencia de los balcánicos enfrente comenzara a dibujar un escenario similar. Los croatas, soñando con repetir la hazaña de hace cuatro años, con seguir escribiendo capítulos imborrables en la joven historia de su país, empezaron a mutar cuando vieron el panorama. Brasil comenzó dominando pero como si estuviera desganado no se aplicó como un rodillo como hasta ahora. Y Croacia, repleta de fe y talento, lo olió rápido y empezó a crecer. El poco peligro de la primera parte ocurrió en el área de Livakovic, sin duda una de las grandes sensaciones del torneo, pero cuando Modric agarraba el balón y empezaba a correr la grada amarilla temblaba. Un centro de Pasalic que no acertó a rematar Perisic antes del primer cuarto de hora acabó siendo la ocasión más peligrosa de la primera mitad. Al otro lado del verde, Brasil parecía encomendarse a alguna conexión mágica de sus delanteros para apagar los ánimos balcánicos pero no parecía ese un escenario muy plausible con sus estiletes un tanto abstraídos. Una pared entre Vinícius y Richarlison acabó con un disparo del madridista estampándose con un defensa croata, en la única chispa que se veía de la samba brasileña. Poco más excepto un par de disparos lejanos e inocentes y alguna carrera sacrificada de Raphinha intentando justificar su titularidad. Tampoco pasó a la historia del espectáculo la segunda parte pero al menos la 'canarinha' fue bastante más reconocible, algo falta de contundencia, quizás lastrada por la siesta inicial. Ya desde muy pronto, Brasil encaró a Livakovic, que pareció convertirse en una muralla infranqueable. Se le atragantó el portero del Dinamo de Zagreb a los de Tite como ese trozo de pepinillo que intenta colarse en la hamburguesa. Comenzó el recital desviando un balón que remató sin querer Gvardiol en su propia portería. Continuó negándole la historia a Neymar, que luego se cobraría su particular venganza. Paquetá también topó con Livakovic, cuyas extremidades se alargaban al más puro estilo Marvel. Las dos últimas tuvieron a los mismos protagonistas, Neymar y Paquetá, incapaces de encontrar la red. El encuentro se encaminaba irremediablemente a la prórroga, como casi siempre cuando Croacia está de por medio, incapaz de decidir un partido de Eurocopa o Mundial en el tiempo reglamentario en nueve de sus últimos diez intentos. Tremendo. Lo que vino después ya es historia. El tanto de Neymar, la igualada de Petkovic y la resiliencia croata mutada en la puntería de Guillermo Tell tirando penaltis. 1 (4) - Croacia: Livakovic; Sosa (Budimir, m. 110), Lovren, Gvardiol, Juranovic; Brozovic (Orsic, m. 114), Kovacic (Majer, m. 106); Pasalic (Vlasic, m. 72), Modric, Perisic; Kramaric (Petkovic, m. 72). 1 (2) - Brasil: Alisson; Militao (Alex Sandro, m. 106), Marquinhos, Thiago Silva, Danilo; Casemiro; Paquetá (Fred, m. 106), Neymar; Raphinha (Antony, m. 55), Richarlison (Pedro, m. 83), Vinícius (Rodrygo, m. 63). Goles: 0-1, m. 106+: Neymar. 1-1,m. 116: Petkovic. Penalti: 1-0: Vlasic, gol. 1-0: Rodrygo, para Livakovic. 2-0: Majer, gol. 2-1: Casemiro, gol. 3-1: Modric, gol. 3-2: Pedro, gol. 4-2: Orsic, gol. 4-2: Marquinhos, al poste. Árbitro: Michael Oliver (Inglaterra). Amonestó a los croatas Brozovic (m. 30) y Petkovic (m. 117) y a los brasileños Danilo (m. 25), Casemiro (m. 67) y Marquinhos (m. 76). Incidencias: partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial Qatar 2022, disputado en el estadio Ciudad de la Educación ante 43.893 espectadores