A falta de dos días para el cierre de los Mundiales de Natación, ya han empezado a impactar los dardos sobre Estados Unidos. Hasta la fecha, los americanos empatan a oros -cino- con Australia al frente del medallero y han sumado 20 medallas en total, entre ellas diez platas. Ya en los Juegos Olímpicos de París vieron peligrar su hegemonía, conquistada de nuevo en el último relevo de la competición. Pero en Singapur, los relevos no están trayendo la gloria de antaño.
Esos dardos llegan de los dos nadadores más importantes de la historia del país, dejando a un lado a Mark Spitz en los 70 y a Katie Ledecky, que sigue en activo y este sábado competirá en la final de los 800 libre. Ryan Lochte lanzó el mensaje y Michael Phelps lo acompañó. Entre ambos, en su longeva carrera, conquistaron 60 medallas en Mundiales.
Ryan Lochte comparte la imagen de una lápida y de un funeral, con personas vestidas de negro de fondo, y con un mensaje que se puede leer de forma clara: “Lo llamaremos funeral o nuevo comienzo”. En la lápida, hace referencia a los 45 años dorados de la natación americana, de 1980 a 2025, y apostilla “un querido recuerdo a la natación americana”.
Phelps ha compartido la historia de su amigo y compañero de generación y ha añadido su comentario. ”¿Será esta la llamada de atención que necesita la natación? Vamos a averiguarlo”, añadió el estadounidense, ganador de 28 medallas olímpicas.
¿Será esta la llamada de atención que necesita la natación? Lo veremos”
Los relevos siempre son un termómetro. En los cinco que se han disputado, Estados Unidos se quedó fuera de las medallas en el 4x200 masculino, fue tercera en el 4x100 libre y se colgó dos platas en el 4x200 y 4x100 femenino. Por primera vez, no se metió en la final del 4x100 estilos mixto.
Los oros los han conseguido Kate Douglass en los 200 braza, Katie Ledecky en el 1.500, Katherine Berkhoff en los 50 espalda, Gretchen Walsh en 100 mariposa y Luca Urlando en los 200 mariposa. En pruebas como la espalda masculina, Estados Unidos ha pasado de puntillas.
Antes de empezar los campeonatos, la dirección técnica, que ha sufrido cambios durante los últimos años, anunció que una parte del equipo había sufrido una intoxicación alimentaria en Tailanda, el lugar de concentración previo a la competición.
El relevo 4x100 libre mixto
España pulveriza el récord nacional y se mete en la final con la quinta marca
En esta penúltima jornada, Estados Unidos no se reservó nada por la mañana y hasta Kate Douglass, la campeona del 200 braza, nadó la última posta del relevo 4x100 libre mixto. Y, cómo no, marcaron el mejor tiempo (3m21s48). Pero la gran noticia la protagonizó España, que se coló en la final con récord incluido (3m24s48) y dejó fuera a otros países como Australia, China o Hungría.
Sergi de Celis hizo una gran primera posta, con 48s52, aunque con margen de mejora porque su mejor marca es 48s24. “Teníamos en menta la final, somos jóvenes y lo estábamos haciendo muy bien. Cumplimos el primer objetivo, no me imaginaba que fuera tan justo. Queremos quedar lo más arriba posible y volver a bajar este récord”.
Tras De Celis, voló Luca Hoek, el talento de 17 años que ya fue semifinalista en los 100 con récord de España (48s04). En lanzado, hizo 47s60, el mejor tiempo. Le siguió María Daza, que debuta en estos Mundiales, con 54s63 y, para cerrar, Carmen Weiler voló para sellar el pase a la final con 53s73. También entró Adrián Santos en los 50 espalda con 24s76, décima marca.