Una nueva etapa se abría este jueves en la remota Linköping, en Suecia, pues herederos de talentos de otros tiempos van tomando el relevo en la selección española, y ahí van Ian Barrufet, Alex Dujshebaev y, ahora, Pablo Urdangarin.
El hijo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se estrenaba con España en un amistoso ante Suecia y sus dos goles han ayudado al equipo de Jordi Ribera, que se ha impuesto por 30-34 y ahora aguarda un nuevo compromiso ante su anfitrión, también en tierras escandinavas.
“Ya el año pasado hizo muy buena temporada. Pasó de jugar en el extremo al lateral y gracias a sus características físicas, es un jugador rápido, explosivo y con altura, se adaptó muy bien. Además este curso ha empezado a defender, lo que el año pasado prácticamente no hacía”, decía Ribera en la víspera, anticipando el estreno de Pablo Urdangarin (24), que actualmente juega en el Fraikin Granollers.
Enfocados en el Europeo de Dinamarca, Suecia y Noruega (del 15 de enero al 1 de febrero), los españoles se han desenvuelto con una soltura ilusionante ante un anfitrión de peso en cuyas filas figuran Hampus Wanne, Jonathan Carlsbogard, Felix Claar, Jim Gottfridsson o Albin Lagergren: España siempre ha ido por delante en el marcador, con ventajas de hasta siete goles (15-22 al inicio del segundo periodo), y jamás ha bajado la guardia, ni siquiera cuando los suecos han llegado a colocarse a dos goles de distancia (30-32 a tres minutos del cierre).
“Siento que me he quitado un peso de encima, pero lo he disfrutado al máximo. Mis compañeros me han ayudado a jugar tranquilo, a jugar bien, cómodo...”, decía Urdangarin tras el partido.
