El Espanyol es el peor equipo de las grandes ligas fuera de casa. Aunque como reclamó Manolo González en una rueda de prensa optimista, el equipo hace cosas bien y, por si eso fuera poco, en casa es uno de los que más puntos suma del campeonato. Mañana el rival es el Alavés en Mendizorroza, equipo en descenso y con una mala dinámica, una ocasión ideal para acabar con la mala racha lejos del RCDE Stadium y distanciarse un poco más de un rival directo.
“El tema fuera de casa es un tema de mentalidad más que de sistema de juego. Es un tema de confianza. El equipo está creciendo y mañana es el día, estamos convencidos de que el equipo va a dar un golpe encima de la mesa para sacar tres puntos y dar una buena imagen en Vitoria”, explicó González, cuya comparecencia giró sobre el mismo asunto constantemente. Por eso, el técnico hizo un alto para mandar un mensaje: “Por mucho que digamos. Es el momento de actuar y no de hablar. Puedo decir que mañana el equipo va a ser la ostia, pero es el momento de actuar y no de hablar. No es el campo del Madrid. Es un partido complicado pero de nuestra liga. Hay que cambiar las cosas con hechos”, señaló.
Hay que saber dominar los momentos del partido y ahí ser un equipo sólido y fuerte. Y atacar con convencimiento"
La victoria mañana daría un nuevo impulso anímico a un equipo que solo ha perdido un partido en 2025, pero además ayudaría a hundir a un rival directo. “Si ganamos le sacamos una distancia importante a un rival directo. Es un partido de una gran trascendencia. Sería un paso importante para nosotros”, concedió. González dejó claro además que no les vale “el empate”, aunque todo dependerá del tipo de partido, porque “lo que cuenta es lo que pasa en el campo. El equipo llega en un buen momento para competir”, explicó.
Uno de los grandes problemas del equipo es la dificultad de aguantar la presión en terreno rival y ser valiente para atacar. “El público les va a ayudar, pero hemos sido capaces de competir bien con el público en contra. Hay que saber dominar los momentos del partido y ahí ser un equipo sólido y fuerte. Y atacar con convencimiento. Fuera también hay que hacerlo. Ir convencidos y no con medias tintas”, reclamó González.
El Espanyol es otro desde que regresó de Navidades, así lo confirmó el entrenador, que notó diferencias desde el primer día. “La dinámica se nota mucho en las semanas. El equipo volvió diferente después de Navidad. La energía es distinta. El equipo sale convencido al campo y ve que puede competir al máximo con todos los rivales. Ahora hay que tener hechos. Dar el do de pecho y ganar mañana”. Y añadió que el equipo necesita más mensajes positivos y menos negativismo en el entorno. “Estamos fuertes y convencidos de que vamos a sacar esto adelante. En el entorno parece que a veces buscamos más lo malo que lo bueno”, concluyó.