El Real Madrid despachó al Osasuna esta noche en un debut liguero muy discreto en el Bernabéu, un partido unidireccional en el que el equipo navarro montó un cerrojazo a la vieja usanza que se le indigestó a los blancos, lentos y previsibles, incapaces de encontrar una rendija en el entramado defensivo de Lisci a lo largo de incontables minutos. Para desatascar el juego los blancos necesitaron de un penalti al comienzo del segundo tiempo. Provocado por Mbappé y marcado por el francés, que sigue siendo el valor más firme.
Xabi Alonso tiene mucho trabajo por delante, algo que ya se sabía. El 80 % de los visitantes al feudo blanco jugarán como lo hizo el Osasuna, ordenados y sin ceder un metro, equipos que ven el 0-0 como un tesoro de valor incalculable.
El dibujo
Un 4-3-3
El Madrid mostró el once tipo y el dibujo del nuevo entrenador, un 4-3-3 en el que Brahim fue el acompañante de Vinícius y Mbappé. El centro de la defensa está clara con Huijsen y Militão y lo que menos carbura es el centro del campo, donde Güler trató más o menos de ser el organizador, con Valverde y Tchouaméni de escuderos. Al turco le vino muy grande la función y además parte con la desventaja de jugar desde un costado. Cuando Bellingham esté disponible es claro candidato a salir del once titular.
En los laterales Álvaro Carreras fue mucho mejor que Alexander-Arnold, que por ahora no ha demostrado casi nada porque sus subidas son escasas y se queda muy estático. De seguir así, pronto Dani Carvajal lo mandará al banquillo.
La primera parte fue tediosa pese al dominio abusivo del Madrid, que masticó una y otra vez el juego pero en horizontal, muy lento y sin darle velocidad. Ni una sola vez consiguió filtrar un balón en condiciones, nadie se desmarcó bien y solo inquietó a Sergio Herrera con disparos desde fuera del área y protagonizados por defensas: Carreras, Huijsen y Militão. Pocos medio tiempo ha vivido Sergio Herrera tan tranquilo en el Bernabéu como el de la primera parte, jugada bajo techo y con un calor bochornoso.
La primera parte
Juego lento y tedioso
A destacar en lo negativo el mal momento de Vinícius, que siempre ha tenido al Osasuna como una de sus víctimas preferidas. El brasileño, siguiendo la tónica de hace meses, no se fue ni una vez de sus marcadores y por ahí se perdieron buena parte de los ataques del Madrid.
En todo el primer tiempo el Osasuna cruzó al campo rival en contadas ocasiones y su único remate fue uno de Budimir que no cogió portería.
El segundo tiempo
Penalti claro de Juan Cruz a Mbappé
El segundo tiempo comenzó con los mismos jugadores y el partido se abrió para los blancos muy pronto, en el 49, en un penalti claro. Juan Cruz se tiró al suelo en el área y se llevó por de delante a Mbappé. Lo transformó el mismo delantero engañando al portero, que se lanzó al lado contrario. Lisci se llevó una amarilla con sus protestas desde el banquillo.
El 1-0 en contra provocó que el Osasuna se estirara un poco y el partido ganó en algo de viveza. No es que el equipo navarro se lanzara al ataque pero sí adelantó un poco las líneas, lo que hizo que el Madrid encontrara algo más de espaciso y cuando tenía el balón daba más sensación de peligro porque enfrente tenía un rival menos ordenado y peor colocado.
El debut de Mastantuono
Podría haber incurrido el Madrid en alineación indebida, según Cenafe
A la hora de juego se preparó para salir Franco Mastantuono, un jugador que según Miguel Ángel Galán, de Cenafe, podía hacer al Madrid incurrir en alineación indebida por jugar teniendo ficha del filial y obrar el Madrid de mala fé (para ahorrarse una ficha en la primera plantilla). El Madrid valoró los hechos y consideró tales argumentos sin fundamento. Mastantuono salió en el 67 por Brahim y fue recibido con una ovación cerrada. Estuvo cerca de marcar.
Aunque Bretones tuvo una ocasión, el Madrid cercaba ahora con insistencia el área rojilla. Tchouaméni pudo hacer el segundo en un cabezazo. A falta de un cuarto de hora entró Gonzalo por Vinícius, prueba de su mal hacer.
El partido llegó vivo al final porque el Madrid había sido incapaz de cerrarlo. Osasuna buscó el empate muy al final y rondó el gol, sobre todo por medio de Budimir, pero el Madrid se defendió para lograr una victoria trabajada y con poco brillo.