El Madrid durmió líder provisional tras vencer al Villarreal en el Bernabéu en un partido en el que todo lo que pasó pasó en el segundo tiempo Vinícius fue por fin el hombre del partido. Marcó un doblete, el segundo de penalti provocado por él mismo, y provocó también la expulsión de su marcador, el lateral Mouriño, cuando el Villarreal se había metido en el partido y amenazaba con el empate .
Al Submarino, un equipo siempre de fútbol aseado, que no da una mala patada y es ajeno a las marrullerías, le faltó algo de mordiente. Tiró la línea defensiva muy adelantada y el Madrid no pudo quebrar durante el primer tiempo su orden defensivo.
La alinación
Valverde, lateral derecho
Xabi Alonso fue políticamente correcto con la alineación. Se diría que demasiado correcto porque no jugaron los que se lo merecían a la vista de lo que pasó en Almaty. Por aquello del que no se diga que hay un incendio en el vestuario colocó a Valverde de lateral derecho y el uruguayo se limitó a cumplir. Se echó de menos su fútbol indesmayable en el centro del campo.
La banda izquierda del ataque no fue para Rodrygo, sino para Vinícius, que tuvo la noche más feliz de la temporada.
Mbappé
Marcó su gol número catorce
Mbappé estuvo muy marcado siempre pero acabó facturando, su gol número catorce. Al final se retiró con un golpe en el tobillo derecho. El ala derecha fue para Mastantuono, al que se le ve combativo pero siempre parece que le falta un pelo para completar la jugada. Por ahora es más fuego de artificio que pólvora de verdad.
La mayor novedad estuvo en el centro del campo, en el que Ceballos acompañó a Güler. Ninguno de los dos estuvo especialmente bien ni mal y al Madrid le faltó frescura y una chispa de imaginación arriba. Alguna ocasión tuvo en el primer tiempo pero Arnau Tenas solo tuvo que intervenir una vez para atajar un remate no demasiado bueno de Mbappé.
El Villarreal
Oluwaseyi falló una ocasión de gol muy clara en el 41
La gran ocasión de verdad del primer tiempo fue para el Villarreal en una contra en el 41 en la que Moleiro filtró para el canadiense Oluwaseyi, que se fue por velocidad de Huijsen y se plantó mano a mano con Courtois. El gol se veía venir sí o sí pero el portero belga metió una mano milagrosa, esas que su equipo echó en falta en el Metropolitano, y el Madrid evitó irse al descanso por detrás en el marcador. Había terminado el primer tiempo con el 72% de la posesión y no le había servido de nada.
La segunda parte comenzó con el gol de Vinícius prácticamente en la primera jugada, una internada y un tiro que Comesaña desvío lo justo. A partir de ahí, el partido era otro.
El fútbol ganó en viveza, se hizo mucho más de toma y daca porque el Villarreal empezó a atacar con mucha gente y por tanto se desprotegió atrás.
El Madrid suele moverse bien en los partidos abiertos porque aprovecha la facilidad que tienen sus jugadores para las transiciones rápidas. Sin embargo, esta vez era el Villarreal el que parecía más cerca del gol porque sus internadas pillaban a la defensa blanca muy descolocada mientras que el ataque del Madrid era bastante más premioso y sobre todo previsible.
La polémica
Segunda amarilla a Mouriño
A los 63 minutos movió el árbol Xabi Alonso y quitó a los que llevaban la manija del equipo: Güler y Ceballos por Camavinga y Bellingham, sin duda para sujetar un centro del campo que veía cansado. Entraban dos futbolistas sin apenas recorrido estos meses porque vienen de una lesión y una operación en el hombro.
En el 68 Cuadra pitó un penalti de Rafa Marín a Vinícius. Para sorpresa del Bernabéu lo tiró Vinícius y bastante mal, pero a Tenas se le escurrió el balón bajo el cuerpo. Luego Vinicíus protestó otro penalti que no le concedieron y parecía más claro.
Ni mucho menos estaba todo dicho porque tras dos ocasiones falladas por Bellingham el Villarreal puso el 2-1 en un chutazo de Mikautadze. Quedaba un cuarto de hora pero enseguida vino la expulsión de Mouriño por un agarrón a Vinícius, la segunda amarilla, muy protestada por el Villarreal.
Entre Brahim y Mbappé fabricaron el tercer gol y el Madrid ya respiró.
