Sin brillo y con más dudas que certezas, el Real Madrid de Xabi Alonso ha ganado los dos últimos partidos. Con más sufrimiento que brillo se deshizo del Alavés y el Talavera y eso permite al técnico vasco mirar el futuro con cierta holgura, aunque aún depende de la inmediatez y del próximo resultado para comerse los turrones. “Queremos enlazar la tercera victoria, queremos acabar bien para irnos tranquilos”, explicó sobre el encuentro ante el Sevilla, el último antes de Navidad.
Este sábado le espera el veredicto del Bernabéu, que despidió a los blancos con pitos tras perder con el City de Guardiola en la Champions. El técnico prefiere pensar en positivo. “Jugamos en casa y queremos que la gente disfrute. Es el último partido del año. Queremos empezar 2026 con energía y optimismo”.
Alonso, que jugó cinco años de blanco, conoce bien las interioridades del club y sabe que la paciencia no existe en el Real Madrid. “El club siempre aspira a todo y sabemos cuál es el objetivo final. El proceso es fundamental y estamos unidos desde el presidente al jugador. El empeño que estamos poniendo es incuestionable”, destacó públicamente la unidad.
El tolosarra quiso salir así al paso de las voces que afirman que hay desconfianza en el palco sobre su figura. “Desde el inicio, desde las primeras conversaciones, hemos tenido ha relación cercana y de cariño. La exigencia es máxima pero sabemos que es un camino largo y que habrá momentos buenos y no tan buenos”, desveló.
Por todo, el entrenador no está preocupado por si su cargo corre peligro. “No, no”, respondió Alonso, que agració que le preguntaran por su situación personal. “Estoy bien, con fuerza. Os he visto más a vosotros que a la familia. Las ruedas de prensa son parte del trabajo, no vengo aquí a sufrir. Lo llevo con normalidad, no es un problema. Si piensas que en este trabajo no hay momentos de todo tipo te equivocas”, reflexionó.
A pesar de que se cierra el primer trimestre académico, el técnico aplazó las notas. “Primero es ganar y luego jugar lo mejor posible. Es así. Las notas al final del curso, es cuando se pueden hacer las valoraciones. Y no me toca a mí ponerme una calificación”, zanjó.
Futbolísticamente, después de que elogiar a Rodryo, recuperado para la causa, ahora la preocupación es la sequía de Vinícius, que no marca desde el 4 de octubre (doblete al
Villarreal). “Con Vini por supuesto que hablamos y trabajamos. Ha estado muy cerca. No tengo duda de que va a llegar. Ojalá sea mañana”, deseó. Además quitó hierro a las risas del brasileño en el banquillo del campo del Talavera. “No he visto las imágenes, conseguimos pasar la eliminatoria, y desde ayer ya estamos pensando en el Sevilla. La Copa acabó bien que es lo que queríamos y ya está”.
